En un encabezado de un artículo de El País decía ... "luchas palaciegas, intereses cruzados, alianzas inesperadas" y no tuve más remedio que ligarlo a la contienda electoral 2018 y me pregunté ¿y después de esto, dónde están las propuestas serias de los candidatos para combatir la inseguridad, tema que ha sido muy costoso, lastimero y ha cambiado la forma de vida de millones de mexicanos?
Un país con índices de criminalidad vergonzosos, un Estado de México que nos duele con índices delincuenciales que rebasan la convivencia pacífica de una sociedad, feminicidios por doquier ¿cómo dejar de lado estos hechos que dan cuenta de la violencia en México, que nos ha cundido como plaga y vivimos atemorizados?
Esta situación merece que los mexicanos obtengamos de los candidatos respuestas que no rayen en lo absurdo, en la trivialidad, indiferencia o ignorancia.
Una policía que no se da abasto o municipios que ni siquiera la tienen, para fines prácticos; los malos dominando desde las cárceles sobrepobladas; sin inteligencia de a "de veras" para combatir el crimen; noticias en las redes sociales de los cruceros de "la muerte" no por los accidentes viales, sino por los robos; ciudades punteras a nivel global por su inseguridad, incluyendo al bello Puerto de Acapulco; una pobre impartición de justicia... ¿descontrol, desgobierno? Cómo se llame, así no hay reforma estructural que madure ni sistema económico que lo resista.
En la Encuesta del Banco de México sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, en lo relativo al nivel de preocupación de los analistas tocante a los factores que podrían obstaculizar el crecimiento de la actividad económica en México, éste es el tema que más preocupa y nos ocupa, la pregunta, una y otra vez, a los candidatos será reiterada y ¿cómo piensa combatir la inseguridad?
Sin duda el tema de financiación de las campañas es un tema toral, donde inicia todo, pero no es lo único.
La discusión aborda lo más profundo de un Estado de derecho, de organización, de fiscalización, de combate certero con la inteligencia por delante, pero sobre todo con la voluntad que la democracia debería imponer y no las complacencias que terminan por aniquilar cualquier esfuerzo.
Por ello, el principal reclamo de los mexicanos sería por "instituciones fuertes", éstas que hacen a un sistema económico creíble, pero también operable.
Los partidos habrán que mostrar sus diferencias sobresalientes en sus propuestas y sus formas de gobernar, pero sobre todo su cabal entendimiento y la garantía de su ejecución, del principal lastre que nos está ahogando: "la inseguridad".
El "mal humor social" por la inseguridad, corrupción y luego la impunidad, por supuesto que trastoca la productividad, el mal de los males económicos, y luego la concebida consecuencia, los resultados tan pobres de tasas de crecimiento económico bajas.
Da la impresión que el partido "está enfrascado en ganar la siguiente elección, no la siguiente generación", como declaraba un joven senador sobre su afiliación política. Yo añadiría "los partidos" y esperaría al igual que él, los debates de política pública, las discusiones serias al interior de cada uno de ellos, sobre todo en los temas medulares de la vida nacional.
Los espacios de poder se van ganado. Ojalá que estemos conscientes de ello en el día de la votación y alcemos voces pidiendo respuestas y acciones por un "México en paz". Éste es el México que merecemos y lo añado a la lista de mis deseos este Año Nuevo.
Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte. Email:[email protected]
