Algunos analistas económicos piensan que 2018 será un gran año para México. Yo no comparto esa opinión.
Guillermo Ortiz, economista mexicano, quien fuera Secretario de Hacienda y Gobernador del Banco de México, a lo largo de su vida profesional se ha caracterizado por su talento, mesura y sobriedad en sus juicios. Para mí es un profesional al que hay que prestar atención. Sin embargo, en una extensa entrevista publicada por El Universal el pasado 5 de diciembre afirma sorpresivamente: "2018 puede ser un gran año para México".
Ante mi desconcierto, presento de inicio una síntesis de los diez argumentos empleados por Ortiz para fundamentar su aseveración: Primero, está convencido del optimismo de los inversionistas sobre el futuro del país, sin embargo, cauteloso, enfatiza el alto grado de incertidumbre que estamos viviendo por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales del próximo año. Segundo, realza la estabilización de la producción petrolera, aunado a un mayor gasto por los comicios federales como factores positivos para la economía hacia los próximos meses. Tercero, en materia electoral acentúa la dificultad de hacer alguna predicción a estas alturas. No habla de candidatos y propuestas y subraya la conveniencia de continuar con las políticas públicas las cuales son fundamentales para la estabilidad macroeconómica, además de fortalecer la independencia del banco central y continuar con la consolidación fiscal que posibilite generar un superávit primario después de ocho años de no lograrlo. Cuarto, es necesario implementar las reformas estructurales- la energética por ejemplo- ya que han comenzado a mostrar los primeros beneficios para el país. Quinto, para Ortiz- al igual que para la gran mayoría de economistas- la reforma educativa es fundamental. Sexto, es urgente la aplicación del estado de derecho, es decir, el cumplimiento de las leyes y el combate a la corrupción. Séptimo, en relación al TLCAN, tiene confianza en poder alcanzar un acuerdo entre México, Canadá y Estados Unidos que satisfaga los intereses comerciales de los tres países participantes. Octavo, reconoce que en la medida que los republicanos y Donald Trump tengan una victoria legislativa al haber aprobado la reforma fiscal, tendrán menos presión política de desmembrar el tratado comercial. Noveno, sigue pensando que vamos a tener una caída importante en la inflación y ve factible para el próximo año alcanzar la meta de 3%, porque los dos shocks más importantes para la inflación fueron dos: la parte energética y el tipo de cambio. Décimo, Ortiz subraya finalmente: "El banco central ha demostrado que es autónomo y seguramente esto continuará". Hasta aquí lo más relevante del ex Gobernador del Banco de México.
Con base a lo arriba señalado, se puede concluir: ¡2018 no será un gran año para México! Ortiz, contra su costumbre, muestra en sus declaraciones cautela, ambigüedad y duda. Además, es abrumadora la cantidad de supuestos en los que fundamenta su afirmación, y resulta prácticamente imposible superar todos los obstáculos mencionados para llegar a la tierra prometida: es decir, a la de una floreciente economía en nuestro país el próximo año. Pero, amigo lector, no solamente el autor de este artículo se muestra escéptico. Por ejemplo, José Luis Cruz, Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico piensa que la reforma fiscal en Estados Unidos está orientada a incentivos y castigos para la industria manufacturera lo cual limitaría las importaciones de bienes industriales; en el fondo, según él, lo que quieren es un esquema legal más propicio para Estados Unidos. Por otra parte, para Luis Robles, Presidente del Consejo de Administración del grupo financiero BBVA Bancomer, las elecciones presidenciales del próximo año representan un riesgo mayor para México, por encima de la renegociación del Tratado de Libre Comercio. El período de comicios traerá un período de volatilidad para nuestro país, por lo tanto, lejos de ver un gran año en 2018, vislumbra un escenario de nerviosismo en los mercados. Cierro este artículo con algunos datos que apoyan con usura mi escepticismo, - utilizo esta última palabra en realidad, como un eufemismo, esto es, la sustituyo por una palabra más franca aún: pesimismo.
El Banco de México con base en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, publicada el 1 de diciembre, estima un Crecimiento del PIB de 2.1% en 2017 y 2.3% en 2018. Para el Tipo de Cambio se espera 18.9 pesos por dólar para diciembre de 2017 y 18.8 para fines de 2018. La Tasa de Interés al cierre de 2017 alcanzará el 7% y bajará a 6.7% en 2018. Cómo se ve, en materia económica, 2018 no será un gran año, ya que solo la inflación registrará una mejoría significativa al bajar de 6.5% en 2017 a 3.9% en 2018.
