El cuerpo de Saleh permanece en manos de las milicias rebeldes en un lugar desconocido y se niegan a entregarlo porque desean abrir un archivo de investigación con la Fiscalía General de Yemen, declaró este viernes una fuente anónima en Saná, citada por medios de comunicación locales. (ARCHIVO)
Los rebeldes houthis se negaron a aceptar la solicitud del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de entregar el cuerpo del expresidente yemenita Ali Abdulá Saleh, muerto en un ataque el pasado lunes en Saná, capital del país.
El cuerpo de Saleh permanece en manos de las milicias rebeldes en un lugar desconocido y se niegan a entregarlo porque desean abrir un archivo de investigación con la Fiscalía General de Yemen, declaró este viernes una fuente anónima en Saná, citada por medios de comunicación locales.
La fuente confirmó que el CICR y varias organizaciones internacionales que trabajan en el país pidieron a los houthis que entreguen los restos del expresidente y de varias cabezas de su partido Congreso General del Pueblo (CGP) que también murieron en el ataque, pero “no lo harán”.
Saleh gobernaba Yemen desde 1978, pero renunció a su cargo en noviembre de 2011 en medio de una rebelión popular en su contra y, tras un acuerdo que le concedió inmunidad a cambio de un traspaso pacífico del poder, huyó del país hacia Estados Unidos.
Volvió al país en febrero de 2012 poco después de que prestó juramento el presidente yemenita, Abd Rabbuh Mansour al-Hadi, lo que desencadenó protestas contra el nuevo gobierno que no impidió su entrada a Yemen. Más tarde, en 2014, Saleh y su partido se aliaron con los rebeldes houthis.
Esa alianza contra el gobierno de al-Hadi la rompió Saleh el pasado 2 de diciembre después de varios días de enfrentamientos entre combatientes de ambas partes, surgidos a raíz de que partidarios del exmandatario anunciaron su intención de dialogar con Arabia Saudita y el gobierno yemenita en el exilio.
Los rebeldes consideraron esa disposición como una traición al grupo y el pasado lunes anunciaron haber asesinado a Saleh y sus asesores en Saná, muertes que horas después fueron confirmadas por el CGP.
El expresidente yemenita perdió la vida en un ataque de los rebeldes contra el convoy en el que viajaba cerca de un puesto de control cerca de la capital del país.
Un alto dirigente del CGP declaró que tras varios intentos fallidos de mediaciones e intervenciones tribales, el partido solicitó al CICR que se involucrara para convencer a los houtis de entregar los cuerpos, pero se negaron, de acuerdo con reportes del canal de televisión Al Arabiya.
Informes anteriores señalaron que los rebeldes condicionaban la devolución del cuerpo de Saleh a que no se celebraran funerales públicos para él y que fuera enterrado en su ciudad natal, Sanhan, no en el jardín de una mezquita en Saná, pero sin que se alcanzara un acuerdo al respecto.
Se teme que el asesinato de Saleh agudice el conflicto en Yemen, entre los rebeldes apoyados por Irán y el gobierno de al-Hadi que tiene el respaldo de Arabia Saudita.
