Lamentaron igualmente que la decisión de Estados Unidos representa una violación al derecho internacional, así como a varias resoluciones tanto de este organismo como de la Asamblea General, que conceden a Jerusalén un estatus especial. (EFE)
Catorce miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre los que destacaron los aliados tradicionales de Estados Unidos, se unieron en su crítica a la decisión del presidente estadunidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
En un muestra poco común de unión entre bloques de países comúnmente enfrentados, tanto Rusia y China como los países de Europa Occidental expresaron su preocupación de que la decisión de Estados Unidos inflame las tensiones en Medio Oriente.
Lamentaron igualmente que la decisión de Estados Unidos representa una violación al derecho internacional, así como a varias resoluciones tanto de este organismo como de la Asamblea General, que conceden a Jerusalén un estatus especial.
Sobre las consecuencias de esa decisión, Nikolay Mladenov, representante especial de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente, informó que las revueltas en Palestina ya han causado la muerte de una persona a manos de las fuerzas armadas de Israel, así como heridas a 140 individuos.
Mladenov señaló además que, desde que el miércoles pasado Trump anunciara su decisión, militantes en Gaza han lanzado seis cohetes hacia territorio de Israel, ninguno de los cuales ha causado daños.
En respuesta, las fuerzas armadas de Israel atacaron con fuego de artillería instalaciones de Hamas en Gaza, causando sólo daños materiales.
Los aliados de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, los miembros permanentes Francia y Reino Unido, no sólo criticaron la decisión en la sala de sesiones, sino que leyeron un comunicado conjunto que emitieron además con Suecia y con Alemania.
La decisión de Estados Unidos, expresaron, “no está en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad y no es útil para las perspectivas de paz en la región”.
Tal como marcan acuerdos reconocidos por el derecho internacional, estos países declararon que la condición política de Jerusalén debe determinarse mediante negociaciones entre israelíes y palestinos que conduzcan a un acuerdo sobre el estatus permanente.
“Es una posición constante de los miembros de la Unión Europea que, en este marco, Jerusalén debería ser la capital de los estados israelí y palestino. Hasta entonces, no reconocemos soberanía sobre Jerusalén”, insistieron.
Pidieron además a todos las partes involucradas y a los actores regionales a que mantengan la calma, y se dijeron dispuestos a contribuir a todos los esfuerzos creíbles para reiniciar el proceso de paz sobre la base de parámetros acordados internacionalmente.
Reconocieron que Trump se hubiera pronunciado aún por una solución de dos Estados y llamaron en ese sentido al gobierno de Estados Unidos a presentar “propuestas detalladas” para un posible acuerdo.
Por su parte, el observador permanente de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, agradeció el apoyo internacional y pidió al Consejo de Seguridad debatir una resolución que pidiera revertir el reconocimiento estadunidense de Jerusalén como capital de Israel.
Mientras tanto, Nikki Haley, representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, manifestó que el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel no significa haber tomado una decisión sobre las fronteras y límites en la disputa por esa ciudad.
Asimismo, Haley subrayó que Estados Unidos apoya la solución de dos estados siempre y cuando ésta sea respaldada tanto por Palestina como por Israel.
