El miércoles pasado en la localidad de Fordhouses, en Reino Unido, un joven de 22 años metió su cabeza a un microondas con el único fin de ganar ‘me gusta’ en su canal de YouTube.
Sus amigos mezclaron siete bolsas de Polyfilla (estuco en polvo de secado rápido), vertieron la sustancia en su cabeza, cubierta en una bolsa de plástico, y filmaron lo que pasaba. El joven entonces metió la cabeza al microondas, pero el cemento se secó y quedó atascado.
Los bomberos tardaron cinco horas en liberar al chico, más la hora y media que los amigos del joven ya habían pasado tratando de ayudarlo. Primero desmontaron el microondas y luego rompieron el cemento con un cincel.
Los rescatistas afirman que pudo morir asfixiado. "Por muy gracioso que parezca, este joven podría haberse asfixiado fácilmente o haber resultado gravemente herido", asegura el oficial a cargo, Shaun Dakin.
Rescatistas tardaron cinco horas en desatascar la cabeza del joven del microondas. (INTERNET)