Países. Las calificaciones soberanas de los países de América Latina se encuentran estables en Fitch. (ARCHIVO)
Fitch Ratings anticipó un repunte en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica en 2018 a 2.2 por ciento y la estabilización de las calificaciones soberanas de los países de la región.
La calificadora internacional de riesgo crediticio apuntó que el repunte económico latinoamericano será resultado de una recuperación en la actividad mundial, un aumento en la demanda interna y precios relativamente estables de las materias primas.
En un nuevo informe especial, señaló que las calificaciones de los soberanos latinoamericanos se estabilizarán en 2018, con sólo tres de ellos con Perspectiva Negativa y uno con Perspectiva Positiva.
Sin embargo, precisó, el menor crecimiento potencial y las cargas crecientes de endeudamiento significan que, sin reformas adicionales, los países permanecerán vulnerables a shocks y las calificaciones podrían volver a verse presionadas a la baja.
Fitch proyectó una aceleración del PIB regional a 2.2 por ciento en 2018, desde 1.1 por ciento estimado para 2017, pero el crecimiento potencial de la región se estima ahora menor y el repunte esperado estaría muy por debajo del crecimiento promedio de 4.1 por ciento observado durante 2010-2013.
Esto mantendrá el ingreso per cápita inferior a los niveles registrados antes de la crisis en la mayoría de los casos, subrayó la agencia evaluadora.
Indicó que los principales riesgos de baja para la perspectiva económica incluyen un proteccionismo comercial mayor y controles de inmigración más estrictos por parte de Estados Unidos, y una nueva caída en los precios de las materias primas.
Asimismo, condiciones más ajustadas en el financiamiento externo a medida que las economías avanzadas vuelvan a implementar políticas monetarias más conservadoras.
Advirtió que el ciclo electoral ajetreado durante 2018 también podría afectar la confianza y provocar volatilidad en los precios de los activos.
Por el lado positivo, Fitch anticipó que las tasas de inflación se mantendrán moderadas en 2018, dejando espacio para políticas monetarias expansivas.