EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

El Banco Central y la economía mexicana

FRANCISCO JAIME

Permítaseme, apreciable lector, iniciar este artículo con una frase lapidaria: "Considero al Banco de México como la institución más confiable, técnicamente reconocida y prestigiada del Estado Mexicano", y todo esto, a pesar de haber sufrido el atropello de gobiernos populistas que utilizaron sus recursos para financiar el gasto público de manera irresponsable, ocasionando con ello inflación, recesión, y pobreza.

Como es bien conocido, el Banco de México es el banco central de nuestro país. Por mandato constitucional, es autónomo en sus funciones y administración. Su finalidad es proveer a la economía de moneda nacional y su objetivo prioritario es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda. Adicionalmente, le corresponde promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pago. El principal mandato del Banco es, en nuestro caso, lograr la estabilidad de precios; esto significa que a través de la política monetaria se pueda mantener el poder adquisitivo de la moneda. En otros países, como Estados Unidos y Canadá por ejemplo, además de lograr la estabilidad de precios, el banco tiene como objetivos el crecimiento económico sostenido y la generación de empleo.

De acuerdo con información publicada por el mismo banco, sabemos que esta institución abrió sus puertas en septiembre de 1925, pero fue hasta 1952-año en que toma las riendas de la institución Rodrigo Gómez- cuando empieza a adquirir prestigio nacional e internacional. Don Rodrigo dirigió el organismo hasta su muerte en 1970, habiéndose manifestado siempre como un enemigo acérrimo de la inflación. Fue en estos mismos años cuando la economía mexicana alcanzó las mayores tasas de crecimiento económico (6.5% promedio anual) y las más bajas tasas de inflación (alrededor del 3.5% anual), razón por la cual a este período se le denominó el Desarrollo Estabilizador. Es menester destacar que en 1994 se le otorgó su autonomía, esto implica que ninguna autoridad pueda exigirle la concesión de crédito, con lo cual se garantiza el control ininterrumpido del instituto central sobre el monto del dinero en circulación y de esta manera se pueda conservar el poder adquisitivo de la moneda nacional.

Ahora bien, a lo largo de su historia- salvo alguna excepción-, el Banco ha sido dirigido por profesionales capaces y honestos que han alcanzado prestigio y reconocimiento nacional e internacional. Es de interés para los fines de este artículo, mencionar que en días pasados, el presidente Enrique Peña Nieto designó a Alejandro Díaz de León como gobernador del Banco de México para el periodo 2018-2021, en sustitución de Agustín Carstens, el cual logró reducir la inflación a niveles similares a los registrados en el período del desarrollo estabilizador. Sin embargo, en los últimos meses la inflación ha superado el 6.0%, esto significa, tanto para el Banco como para su nuevo gobernador, la necesidad de enfrentar nuevamente el reto de volver a la estabilidad de precios.

En síntesis: el desafío ahora es pues, bajar la inflación a niveles cercanos al 3.0% anual y elevar simultáneamente el crecimiento económico por arriba del mediocre 2.0% anual registrado en los últimos tres sexenios presidenciales. Ante este complejo escenario, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), integrada por 35 de las principales economías mundiales, ve una desaceleración económica en México para 2018. Según su óptica, aun cuando en 2017 la economía mexicana tendrá mejor desempeño del estimado, para el siguiente año se observará una desaceleración y crecerá debajo de las proyecciones mundiales, motivo por el cual, recomendó seguir reduciendo la corrupción. Siempre con su proverbial optimismo, el economista mexicano José Ángel Gurría, presidente del organismo internacional, espera que la economía se equilibrará con el apoyo de las reformas estructurales, con lo cual cerrará el año en 2.4%; pero para 2018 tendrá un ritmo de crecimiento de 2.2%. Por lo anterior, recomendó a México fortalecer el crecimiento de la productividad, lograr una implementación completa de las reformas estructurales, en particular para mejorar la eficiencia del sistema judicial, reducir la corrupción y mejorar la calidad de la educación.

Como se pudo observar en el párrafo precedente, en materia económica, las recomendaciones vertidas para nuestro país son las de siempre: sugerencias generales carentes de estrategias viables que nos permita alcanzar las metas de alto crecimiento económico y estabilidad de precios. Por ello, me atrevo a sentenciar: Propuestas de organismos internacionales, como las de OCDE por ejemplo, están como aquellas viejas monedas de cobre de 20 centavos que circulaban en la época de mi niñez: "demasiado gastadas"; adolecen de imaginación, ingenio, innovación. En términos más folclóricos aún: "Están muy trilladas".

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: FRANCISCO JAIME

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1410755

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx