Allá por mis días de prepa mi querido maestro Belarmino Rimada nos hizo una brillante explicación de algunas de las más notorias características de nuestra idiosincrasia, de entre ellas aplico por la actualidad del sorteo del mundial de futbol el muy tocado tema del complejo de inferioridad. Compartía con amigos el desayuno en uno de los restaurantes más tradicionales de nuestra ciudad justo en el momento del sorteo del mundial de Rusia 2018, la atención de los comensales se centraba en las pantallas en espera de la suerte de nuestra Selección, aparecieron las cabezas de grupo y con ellos los primeros esbozos de pesimismo, en la segunda ronda apareció en manos de Diego Armando Maradona el nombre de nuestro representativo debajo de Alemania el actual campeón del mundo y con esto se acrecentaron las expresiones de pesimismo por el futuro de los nuestros, después vino el resto de las selecciones integrantes del grupo y no hubo mejor ejemplo para expresar la decepción que un ¡Ya valió! De uno de los meseros, después fue impresionante la rapidez de la aparición de memes de todo tipo con otra característica de nuestra idiosincrasia, el ingenio para reírnos de nuestra suerte o para minimizarnos, desde un pequeño chihuahua intentando montar a un pastor alemán, hasta un itinerario de fechas de partido incluida la fecha de regreso y otros más.
No soy de hacer cuentas como la lechera de la fábula, ya sucedió con pésimo resultado este malabarismo de cuentas risueñas en el mundial del 78 dirigida por el inolvidable José Antonio Roca, pero el enjuiciamiento de nuestra competitividad es bastante discutible, por lo general responde a un difícil de sacudir complejo de inferioridad, de pronto las victorias a veces no esperadas son vistas más allá del mérito de superar a un poderoso o las derrotas magnificadas con la perorata añadida de señalamiento de las deficiencias, carencias y el discurso repetido de dominio por x o z del manejo de la selección, en los partidos aparece el "sí se puede" y los mismos que presagian una derrota son los mismo que te dicen "échale ganas" y que si se cumple su premonición se levantan como eruditos para decir "se los dije".
En una de sus reflexiones Jorge Valdano dice que los comentarios son válidos solo durante el desarrollo de un partido y que antes y después todo es especulación ¿en qué podemos trabajar? El técnico nacional sabe que su ciclo se cumple con su participación en el mundial hasta donde llegue, incluso se habla de negociación con la selección de EEUU, caería en el señalado aspecto de la especulación si digo ¿y si se supera el famoso quinto partido? También sé que usted y muchos aficionados dirán ¡iluso! Pero volvamos al en que trabajar, esta es una generación de transición, pues un buen número de los seleccionados vivirán su último mundial, esto dará margen a la forma en que se quieren despedir de estas competencias y como usaran su experiencia en apoyo de los jóvenes que harán sus primera aparición, cambiemos el chip y busquemos una participación histórica que supere las expectativas, nada será más satisfactorio, alguien cercano que leía la elaboración de esta columna aprovecho mi afición por la música de Joaquín Sabina y me dedico "Pastillas para no soñar" ¡Hasta la próxima!
