La ceremonia tuvo lugar en el estadio de Kasarani, con capacidad para 60,000 personas, y según los medios locales costó a las arcas públicas 300 millones de chelines. (AP)
Uhuru Kenyatta fue investido hoy presidente de Kenia en una ceremonia celebrada ante miles de espectadores en la capital, Nairobi, que dio inicio a su segunda legislatura al frente del país, en la que estará acompañado de nuevo por el vicepresidente, William Ruto.
Kenyatta juró defender la Constitución y proteger la dignidad de los ciudadanos de Kenia, tras lo que fue proclamado presidente por el responsable del Tribunal Supremo, David Maraga.
La ceremonia tuvo lugar en el estadio de Kasarani, con capacidad para 60,000 personas, y según los medios locales costó a las arcas públicas 300 millones de chelines (2.9 millones de dólares, 2.4 millones de euros).
A ella asistieron trece jefes de Estado extranjeros, entre ellos los de Botsuana, Sudán del Sur, Uganda, Ruanda, Zambia y Gabón, Se espera al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en los actos posteriores.
Kenyatta fue recibido con salvas de honor y ovaciones del público asistente.
Sin embargo, la oposición sigue negándose a reconocerlo como presidente al haber sido elegido en unos comicios boicoteados por la principal coalición opositora, la Súper Alianza Nacional (NASA, siglas en inglés), pese a que la Justicia validó su reelección.
Horas antes de la investidura de Kenyatta, los seguidores de la NASA se enfrentaron a los Policías que les impedían el paso al recinto que la formación había escogido para celebrar al mismo tiempo una misa multitudinaria en memoria de las víctimas de la brutalidad especial durante el período electoral.
Aunque las fuerzas de seguridad dispersaron a las masas con gases lacrimógenos, la NASA sigue adelante con su plan: en su cuenta oficial de Twitter, el director del partido, Norman Magaya, aseguró que se presentaría "en breve" en el lugar acordado y que los kenianos "nunca sucumbirán a los mecanismos de un presidente ilegítimo".
Tanto la NASA como su líder, Raila Odinga, boicotearon las elecciones del 26 de octubre -que, a su vez, eran la repetición de las presidenciales de las del 8 de agosto- al considerar que la Comisión Electoral no podía garantizar que no se volvieran a cometer las irregularidades que provocaron la anulación de las anteriores.
Desde entonces, la tensión política y social en el país ha ido en aumento, y destacados miembros de la NASA han llegado a asegurar que proclamarían presidente a Odinga en una ceremonia alternativa si la investidura de Kenyatta seguía adelante.
