Espectáculos Taylor Swift Helena Rojo Fuerza Regida Gina Montes Famosos

EL SÍNDROME DE ESQUILO

JOSÉ REVUELTAS: UNA AUSENCIA CERCANA

VICENTE ALFONSO

Hoy, 20 de noviembre de 2017, José Revueltas hubiese cumplido 103 años. Hace cuatro años, cuando comenzaban a prepararse los festejos por su centenario, me dediqué por seis meses a leer su obra: novelas, cuentos, volúmenes de ensayo, guiones, entrevistas y hasta su correspondencia. Fue como descubrir un contienente. Compilada, su obra comprende siete gruesos volúmenes, publicados hace tres años por editorial Era. Pero, inexplicablemente, se trata de un autor poco leído.

Para quienes nacimos entre fines de los setenta e inicios de los ochenta, Revueltas es el equivalente literario de ese tío al que nunca conocimos, pero del que todos hablan: una ausencia cercana. Su imagen es tan familiar que a veces caemos en la trampa de darlo por visto porque podemos resumir en tres o cuatro pinceladas su paso por la tierra: militante comunista, autor de El Apando, recluido en las Islas Marías y en Lecumberri. Más allá de este mínimo retrato hablado, suele ser muy poco lo que los jóvenes saben de un autor que publicó en vida más de veintiséis libros.

Tristemente, ese distanciamiento no es un rasgo generacional: por muy diversas razones, en muchos momentos ha sido complicado leer a José Revueltas. Lo fue en 1949, cuando tras la publicación de Los Días Terrenales el autor recibió tal lluvia de insultos y acusaciones que optó por retirar la novela de las librerías e incluso suspendió la temporada de su pieza teatral El Cuadrante de la Soledad, que estaba por cumplir cien representaciones. Tampoco fue sencillo leerlo en 1964, cuando la crítica tildaba a su novela Los Errores de ser "inobjetablemente monstruosa, bárbara y sangrienta".

El suyo no es, entonces, el caso del escritor que se instala en la memoria colectiva a fuerza de homenajes oficiales, sino el de una obra cuyas raíces se abren paso aún en la sequía. En septiembre de 1966, Carmen Rosenzweig publica en El Rehilete una entrevista con José que comienza con estas palabras: "Uno de los escritores más importantes de México e inexplicablemente mal conocido es José Revueltas". En ese momento, con casi treinta años de carrera literaria y tras haber publicado seis novelas, sus libros circulan poco y son difíciles de conseguir. De hecho, en el prólogo a La Palabra Sagrada, José Agustín cuenta cómo en la década de los sesenta el autor de Dormir en Tierra "se hallaba muy mal cotizado en la bolsa de valores literarios y era vilmente subestimado, si no es que francamente vetado, por el establishment cultural de la época". Al respecto, en la nota introductoria a Los Albañiles: un guión rechazado, Vicente Leñero recuerda que, en 1966, él mismo era un lector apasionado de las novelas de don Pepe y que se "sentía enojado por la tibieza, incluso por la hostilidad con que la crítica mexicana, más atenta como siempre a los vaivenes de la política cultural imperante que a las expresiones literarias, había tratado en 1964 a Los Errores, su gran novela".

Bajo el cabello largo y la barba de chivo salpicados de canas, detrás de los anteojos de grueso armazón, José Revueltas fue un hombre. Un hombre nacido el 20 de noviembre de 1914 en la ciudad de Durango, hijo de don José Revueltas Gutiérrez (comerciante) y doña Romana Sánchez Arias (ama de casa). Para más señas, el penúltimo de doce hermanos. Un hombre que en plena adultez le tenía pavor a las arañas, que en alguna ocasión mordió en la oreja a un millonario "para saber si tenía sangre azul". Un hombre que luchó rabiosamente contra los demonios del alcohol, y que estaba consciente de que, en tanto humano, era la encarnación de profundas contradicciones.

Pero también, bajo la aplastante prosa que sofoca a los lectores que caen en El apando, más allá de la ruidosa polémica que persiguió a sus últimas novelas, José Revueltas se nos revela, ante todo, como un escritor. Un escritor que cultivó todos los géneros literarios, que hizo guiones de cine y redactó notas para la sección policial de El Popular. Un escritor que antes de cumplir treinta años obtuvo el Premio Nacional de Literatura con El Luto Humano, novela que en su momento fue traducida al húngaro, al italiano y al inglés. Tres décadas más tarde, a inicios de los sesenta, redactaría Los Errores sin un peso en el bolsillo, abrumado por las deudas y asilado en casas de amigos, cargando para todos lados una maleta con pocos libros, algunas prendas y las cuartillas que le iba arrancando a eso que alguna vez definió como "el horrible vicio de vivir".

Twitter: @vicente_alfonso

Leer más de Espectáculos

Escrito en: El síndrome de esquilo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1406106

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx