Hay entre los espejos muchos literatos. Uno de ellos escribió: "Un espejo es una novela que se pasa por un camino".
Los espejos escritores se duelen de estar condenados al realismo. Preferirían hacer literatura fantástica, pero no pueden. Su destino es ser realistas. Les está negada la libertad de escribir obras de ficción. Ni siquiera les es dable aspirar a hacer realismo mágico. Su realismo debe ser realista.
Me invitaron a su última convención y me pidieron que les diera algún mensaje. Les dije que no desesperaran. Así como la fantasía se vuelve realidad, ésta ha mostrado últimamente una marcada tendencia a volverse fantasía. En el complejo mundo de hoy resulta ya difícil distinguir entre lo fantástico y lo real. Dentro de poco tiempo los espejos empezarán a reflejar cosas que no existen. Entonces podrán hacer literatura fantástica.
Si bien se piensa toda literatura, incluso la más realista, es fantasía. La realidad no existe en la literatura. Sólo en la realidad existe, y eso nada más algunas veces.
¡Hasta mañana!...
