Crisis. La actual crisis en el Líbano, tras la dimisión desde Riad del primer ministro libanés, Saad Hariri, ha exacerbado la tensión entre Irán y Arabia Saudí.
Arabia Saudí lanzó el viernes una severa advertencia al Líbano, afirmando que no habrá estabilidad en ese país hasta que el grupo guerrillero Jezbolá deponga las armas.
"Esa es nuestra esperanza", dijo el canciller saudí Adel al-Jubeir en conferencia de prensa en Madrid con su par español.
Es la segunda vez consecutiva que el canciller saudí arremete contra Jezbolá. El jueves había dicho que la agrupación no es más que "una organización terrorista de primera" que debería deponer las armas y respetar la soberanía de Líbano.
La retórica belicosa surge en medio de una crisis política suscitada por la sorpresiva renuncia, desde territorio saudí, del primer ministro libanés Saad Hariri, debido a la influencia de Irán y de Jezbolá en los asuntos libaneses. La creencia general es que la renuncia anunciada el 4 de noviembre fue designio del gobierno saudí. Funcionarios libaneses han acusado a los saudíes de retener a Hariri en contra de su voluntad.
La renuncia ha causado una tormenta política en Líbano y ha despertado temores de que el país se verá arrastrado en la pugna por la supremacía regional que libran Arabia Saudí e Irán.
Francia, la expotencia colonial de Líbano, ha tratado de mediar en el asunto. El presidente francés Emanuel Macron, tras reunirse con el rey saudí Salman y con el príncipe Mohamed bin Salman ha invitado a Hariri y a su familia a viajar a Francia.
El canal de televisión libanés Future TV informó que Hariri partirá de Arabia Saudí el viernes más tarde y se reunirá con Macron el sábado al mediodía.
Entretanto, el canciller ruso Serguei Lavrov advirtió que nadie debe interferir en los asuntos internos de Líbano.
En un encuentro con su par libanés Gibran Bassil, Lavrov dijo que "Rusia se mantiene firme en el respeto a la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Líbano".
¿PODRÁ MACRON SACAR AL LÍBANO DEL ABISMO?
El presidente francés Emmanuel Macron está probándose en una nueva función: la de mediador en busca de la paz para el Medio Oriente.
Macron trata de resolver la crisis política del Líbano y preservar la estabilidad regional, haciendo valer el peso comercial que tiene Francia con países enemistados entre sí y con los que los franceses tienen fuertes lazos históricos.
Es una apuesta arriesgada, pero Macron puede estar mejor ubicado que nadie para conseguirlo en estos momentos.
Mucho dependerá de lo que suceda en su reunión del sábado con el primer ministro libanés Saad Hariri. Si es que se le permite a Hariri salir de Arabia Saudita, donde permanece, no se sabe si por voluntad propia o forzado, desde su extraña renuncia, que conmocionó al Líbano.
Macron dijo que invitó a Hariri y a su familia por unos días y que espera que vuelva pronto al Líbano.
Las tensiones internas del Líbano, no obstante, podrían complicar su retorno. Analistas dicen que Francia, país que Hariri visita a menudo porque su familia tiene muchos vínculos con los franceses, podría ser un buen sitio para que el líder libanés espere a ver el rumbo que toman las cosas en su país.
La invitación parece ser parte de lo que se perfila como una estrategia más amplia de Macron que buscaría aumentar la influencia de Francia en la región en momentos en que el mandatario estadounidense Donald Trump es visto como una figura impredecible y hasta desinteresada.
La oficina de Macron dijo que la estrategia de Francia es hablar con todas las potencias de la región, sin jugarse por ningún bando.
Trata el futuro de Líbano
Saad Hariri aseguró ayer que ha permanecido en Arabia Saudí para conversar sobre el futuro de su país.
El líder libanés habló públicamente ayer viernes, a través de su cuenta en la red social Twitter, sobre su estancia en Riad para desmentir de nueva cuenta los señalamientos que han hecho autoridades en Beirut referentes a que estaría siendo retenido en contra de su voluntad en la capital saudita.
Afirmó que ha estado en Arabia Saudita para sostener conversaciones “sobre el futuro de la situación en Líbano y sus relaciones con la región circundante” y aclaró que la información que ha estado circulando sobre su estancia en Riad, su renuncia y su familia “sólo son rumores”.
Hariri anunció su renuncia como primer ministro desde Riad el pasado 4 de noviembre a través de un mensaje transmitido por la televisión saudita, en el cual dijo temer por su vida y la seguridad de su familia. (Notimex)
