Marko Arnautovic (i), de Austria, ante Carlos Sánchez. (EFE)
La selección de Uruguay, sin puntería y que perdonó demasiado, cayó ayer en Viena por 2-1 ante Austria, con menos oficio pero más determinación.
La Celeste puso fin a su gira europea con un revés frente a una selección de Austria en reconstrucción, pero demostró que tiene más calidad que el equipo europeo.
El principal reproche que se le puede hacer al conjunto charrúa es que le faltó el instinto asesino para dejar en la lona a su oponente cuando lo tuvo contra las cuerdas.
Con los alpinos debutaba un nuevo técnico, Franco Foda, y el equipo salió con mucho ímpetu.