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Humo electrónico, vicio joven

Emanación que intoxica

Foto: Archivo Siglo Nuevo

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REDACCIÓN S. N.

El cigarro electrónico calienta, a través de una resistencia eléctrica, un líquido que contiene nicotina y que se vaporiza. De ahí va al interior de la persona.

Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), centro de investigación y docencia, establece que en los últimos años se ha registrado un aumento considerable en el consumo de cigarrillo electrónico. La cuestión es especialmente preocupante en el rango de los 11 a los 16 años de edad.

En Guadalajara el uso entre fumadores adolescentes creció de un 11 por ciento en 2015 a un 31 por ciento en 2016. En Monterrey, en el mismo plazo, el indicador pasó de un 12 a un 24 por ciento; en la Ciudad de México subió de 8 de cada 100 a 35 de cada centena.

Organizaciones no gubernamentales como la Fundación Interamericana del Corazón México señalan que el sector de los menores de edad se ha revelado como un nicho de mercado atractivo y en crecimiento para la venta de los accesorios que sustituyen al papel y las hojas.

En México, indica la oenegé, el comercio de estos aparatos que emplean la vaporización se realiza sin un marco regulatorio. Por ello, califica como 'urgente' a la tarea de crear leyes apropiadas, orientadas a combatir esta forma moderna de tabaquismo.

Otra necesidad que destacan es la de crear campañas dirigidas a crear conciencia entre la población, es decir, la difusión de información sobre los riesgos inherentes a consumir tabaco en general y mediante esos dispositivos en particular.

El tabaquismo, reiteran en la FICM, es la causa número uno de muerte prevenible a nivel mundial.

ATENCIÓN

A principios de noviembre la Fundación hizo un llamado a los legisladores mexicanos, diputados y senadores. Los exhortó a arreglar el vacío legal detectado y a elaborar normas apegadas al ideal de la salud pública.

Se dice con frecuencia, cuando se habla del cigarro electrónico, que contamina menos y causa un daño menor a la salud. Tal impresión, señalan en la FICM, es errónea, en esos artículos también se han detectado decenas de substancias tóxicas, cancerígenas y radioactivas.

Una investigación reciente expuso que tan sólo en el estado de Texas, Estados Unidos, desde 2010 y hasta el primer semestre de 2014, se registraron 200 casos de envenenamiento pedriátrico asociado con el uso de cigarrillos tecnologizados. El documento fue publicado en el Journal of emergency medicine.

En 2015 se publicó el artículo Pediatric exposures to electrónic cigarettes reported to Texas Poison Centres que habla sobre el incremento en el número de infantes afectados. 96 de cada 100 intoxicaciones sucedieron en los hogares de personas usuarias del método alternativo para fumar.

Las vías de envenenamiento fueron: inhalación, ocular, dermal e ingestión. El 11 por ciento de los casos fue clasificado como 'serio'. Los síntomas observados incluyeron vómito, tos, asfixia y letargo. La cuestión es particularmente preocupante porque se detectaron signos de toxicidad en infantes de dos años de edad.

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Foto: SWNS

FUNCIONAMIENTO

El cigarro electrónico calienta, a través de una resistencia eléctrica, un líquido que contiene nicotina y que se vaporiza. De ahí va al interior de la persona.

El producto se adquiere en cartuchos no reemplazables o en botellas de goteo (eso depende del accesorio y su sistema); porta cantidades variables de nicotina y diversos aditivos. El humo es disfrazado conforme al sentido del gusto del cliente. Sabores populares son tabaco, mentol y frutales.

Es un 'mito común', advierten en el Instituto Nacional de Salud Pública, creer que el líquido usado es 'solo agua' y que se expulsa solamente 'vapor'.

Los riesgos derivados del uso son variados y los alcances son todavía desconocidos. Se han identificado decenas de sustancias peligrosas generadas a partir de la interacción entre el líquido y el vaporizador.

Los cigarros con cápsula incorporan en su filtro el compartimento con los agregados que, al romperse, libera saborizantes, así cambia el sabor al momento de inhalar.

Según el Instituto, el mentol, por ejemplo, ayuda a disminuir la percepción de riesgo, pero éste se mantiene, no existe ningún cambio en las substancias contenidas en el tabaco, al contrario, los aditivos de los filtros saborizantes, en su interacción con el humo y los otros compuestos podrían añadir nuevos problemas.

CONOCEDORES

En su estudio, el INSP encontró que entre los estudiantes el conocimiento sobre el cigarro electrónico ha crecido de 51 a 92 por ciento.

Un 29 por ciento de los jóvenes entrevistados dijo no creer que cause daño; el 19 por ciento aseguró que no es adictivo.

El nivel de prueba subió de un año a otro de un 10 a un 30 por ciento. Dos tercios del total de consumidores en edad escolar han fumado tanto cigarrillo tradicional como electrónico; el restante, sólo ha probado el vicio tecnologizado.

El nivel de conocimiento y uso del dispositivo entre los adolescentes mexicanos, concluye la FICM, es alto a pesar de la prohibición que impide publicitar marcas vinculadas con el acto de fumar y las restricciones a la venta.

El tabaquismo es una epidemia mundial con efectos en la salud pública, la economía de los Estados y el bienestar de las familias. El 6 de noviembre la Fundación se quejó de que los legisladores han dilatado 'deliberadamente' los intentos por “modernizar la Ley General de Control al Tabaco”.

La asociación persigue la implementación de espacios públicos cerrados 100 por ciento libres de humo.

La Organización Mundial de la Salud estima que 6 millones de personas mueren cada año debido a la combustión de los cigarrillos. De ese total 600 mil son fumadores pasivos. La OMS sentencia que “ningún otro producto es tan peligroso ni mata a tantas personas”. Para 2012, el tabaco será la causa del 12 por ciento de las muertes en todo el planeta.

En México, el número de muertes al año relacionadas con el vicio combustible ronda los 66 mil certificados de defunción y se calcula que 12 millones de personas que nunca han fumado están expuestas a humeante perjuicio.

Según la FICM, la nación mexicana es de los países más atrasados en la implementación de políticas de control del tabaco. Una prioridad, señalan, es garantizar la existencia de ambientes sanos para el desarrollo integral de la población.

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