El buen humor de un humorista
Casualmente, como sucede siempre con estas cosas, un día cayó en mis manos una novela titulada Amor se escribe sin H. Empecé a leerla y me quedé fascinado con la picaresca narrativa del autor.
Era yo muy joven e inmaduro, pero aún así alcancé a comprender que detrás de ese humorismo corrosivo había una ácida crítica social hacia las relaciones de pareja y el dominio que ejerce la mujer apoyándose en sus encantos y aprovechándose de la condición de un hombre enamorado.
Me puse entonces a investigar algo sobre el autor y me encontré con la figura de Enrique Jardiel Poncela, un escritor madrileño de principios del siglo XX, que además de ésta, escribió otras tres novelas, diversas obras de teatro y estuvo en Hollywood haciendo guiones para películas.
En Amor se escribe sin H, se narra la vida de Lady Silvia Brums, una mujer que coleccionaba amantes con el consentimiento y hasta cierta complicidad de su esposo. El problema es que Lady Silvia se aburría muy fácilmente y quería que su amante en turno hiciera cosas originales para lograr estar con ella y el tipo se tenía que quebrar la cabeza buscando ideas para mantenerla entretenida.
Al final, Jardiel Poncela da una explicación del título de esta novela. Dice que las cosas importantes se escriben con H, como hijo, honor, honestidad, etc., pero amor, como es algo sin importancia, se escribe sin H.
Después de leída ésta, me puse a buscar las otras novelas de Jardiel Poncela y pronto me encontré con la que lleva el título increíble de ¿Pero hubo alguna vez once mil vírgenes?
Esta es una novela acerca de "Un Don Juan llamado Pedro". Efectivamente, Pedro de Valdivia, que definitivamente tenía nombre de conquistador, se dedicaba al placentero deporte de conquistar chicas.
Era un Don Juan muy bien organizado. Tenía una oficina donde se tramitaban las citas que iba a tener y se le daba la referencia para que supiera por lo menos el nombre y los gustos y costumbres de la mujer con la que había quedado de verse.
Escribió también Espérame en Siberia, vida mía y La Tournée de Dios. Tournée es un vocablo francés que se refiere a una gira artística y precisamente de eso trata la novela, de una "gira" que hace Dios a la Tierra, un viaje que tiene consecuencias inesperadas.
Enrique Jardiel Poncela viajó mucho, ganó mucho dinero, pero casi todo lo perdió cuando se hizo empresario de sus obras. En 1944, enfermó de cáncer y murió en 1952, pobre y olvidado. En su buena época, el público lo seguía fielmente, pero los críticos se ensañaban con él y alguna vez lo acusaron de escribir para grandes masas. El contestó que sí, que escribía "para grandes masas encefálicas".
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Flor Aguirre pregunta: ¿Es correcto usar la palabra ahorita?
RESPUESTA:
En principio, el vocablo "ahorita" es incorrecto, ya que "ahora" es un adverbio y el adverbio es invariable, es decir, que no acepta el diminutivo. Sin embargo, por ser costumbre arraigada, la Real Academia Española lo considera correcto
Me retiro con una reflexión que decía Montesquieu: Nunca tuve una tristeza que una hora de lectura no haya logrado disipar. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
Por: Juan Recaredo
