Fin del viaje. Pedro salió de su natal Honduras con el sueño de cruzar hacia los Estados Unidos. (GUADALUPE MIRANDA)
Luego de viajar horas sobre la "bestia" y evitar no caer cuando el sueño lo vencía, y después caminar hasta 70 kilómetros a diario durante 20 días con la ilusión de vivir el "sueño americano", Pedro Hanael, originario de Honduras, decidió entregarse a las autoridades migratorias de México, para regresar a casa. No desea cruzar hacia los Estados Unidos, solo y sin dinero.
Tiene 27 años y casa dejó a sus padres, quienes se negaban a que emprendiera su largo viaje "porque no querían verme en la calle pidiendo", cuenta Pedro, quien buscó ayuda en la Posada del Peregrino en Torreón, en donde ha pasado tres noches.
Ayer decidió entregarse a las autoridades, a fin de terminar con "sueño" de cruzar la frontera con Estados Unidos, y regresar a casa a seguir trabajando la tierra.
Cuando Pedro Hanael salió de casa llevaba 5 mil lempiras, unos 4 mil 100 pesos mexicanos, para llegar a la frontera, pero no logró. Al llegar a Guatemala, lo perdieron todo, pues viaja con un grupo de 10 jóvenes, que como él deseaban llegar a Estados Unidos.
"De Guatemala para acá, nos quedamos sin dinero, traía cosas nuevas, vendí mis zapatos, mi cargador y mi teléfono para poder ajustar el viaje", recuerda Pedro deseoso de llegar a casa.
En la misma Posada del Peregrino le piden que piense si quiere seguir su camino o desea entregarse, y él insiste en hacerlo. No desea pasar los peligros que le han contado que se sufren al caer en las "garras" de los grupos del crimen organizado, dice. "Que es muy peligroso aquí...".
Y es que del grupo de 10 jóvenes que lo animaron a viajar, a uno lo atraparon los elementos de la Marina en Tenosique, Tabasco. Él escapó con el resto del grupo. Al llegar a Tierra Blanca, Veracruz, detuvieron a cinco más. Días después, uno se adelantó en el camino y el resto se quedó "más atrás", cuenta. Y él llegó solo hasta la ciudad de Torreón.
Pedro Hanael reconoce que no es capaz de irse "más arriba", "porque voy solo, me llegan a agarrar, a secuestrar, van a empezar a pedir dinero o simplemente me matan", dice.
En la Posada del Peregrino de Torreón, le informaron que debía entregarse de manera voluntaria y de forma directa en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, para iniciar con los trámites necesarios para su deportación.
- ¿Lo intentarías nuevamente? "Tal vez más allá (más adelante) pero con suficiente dinero", manifestó Pedro Hanael, antes de partir.
A casa
Decide regresar a casa:
⇒ Salió de Honduras hace 23 días.
⇒ Pasó tres noches en la Posada del Peregrino, que depende de Cáritas Diocesanas de Torreón.
⇒ Inició su viaje con un grupo de 10.
⇒ Durante su camino las autoridades mexicanas detuvieron a gran parte de sus acompañantes.
