Salen del ‘garage’ a triunfar

Entrada la madrugada en la Comarca, el rock sigue sonando. David se pierde en un solo de batería que a todos sorprende. George se pasa la guitarra por detrás del cuello sin dejar de tocar. Saúl espera su turno para volver con su potente bajo... y voz, su principal instrumento.

Son Vinylo, quienes “sin querer” se embarcaron en la aventura de la música y ahora no conciben la vida sin ella.

‘ASÍ LO SENTIMOS’

“A principios de 2012, conseguimos tocar en un restaurante famoso de hamburguesas sobre la Colón”, cuenta George acerca de sus inicios. “Prácticamente nos pagaban con hamburguesas. Yo trabajaba ahí en el área del café y pedí chance de que nos dejaran tocar, y funcionó muy bien. Empezó ese involucramiento con las personas, que nos identificaran y nos pidieran canciones. “Después nos fuimos a Gómez, a un bar, el primer sueldo que tuvimos fueron 70 pesos para los tres. Creo que los gastamos en un refresco para cada quien. Y de ahí fuimos sacando repertorio y nos fuimos presentando en más lugares hasta llegar a uno por la Javier Mina, en Torreón, hace como dos años. Nos dijeron: ‘aquí queremos rock en inglés’, y por nosotros que bueno, empezamos a sacar nuestras canciones, justamente la música que nos gustaba”.

Fue cuando comenzó el “auge” de Vinylo, una banda que con solo tres integrantes es capaz de transmitir emociones a quienes los escuchan.

“Así lo sentimos y la gente nos lo ha hecho saber; en el escenario, cuando estamos tocando, hay una conexión chida, que hace que nos veamos auténticos. Yo agarro la guitarra y ‘me voy’, es una conexión con Saúl y David”, platica George.

A GRABAR

A finales de octubre, Vinylo ganó un certamen de rastreo de bandas organizado por el sello Northern Crew Records, establecido en la capital de Coahuila.

El viernes 20 participaron en una eliminatoria y apenas una semana después volvieron a Saltillo para ganar el concurso.

“Nos inscribimos, pagamos la cuota y mandamos un video para que nos seleccionaran. Lo hicimos pero la verdad no esperábamos mucho. Hemos estado en concursos de ese tipo y hemos tenido experiencias raras”, comenta Saúl.

“Luego Felipe (Perales) nos habla y nos dice que avanzamos a una eliminatoria, para esa preparamos un ‘setlist’ de 7 rolas y la ganamos. Nosotros íbamos con la idea de: ‘vamos a tocar bien porque si no, vamos a tener que ensayar el domingo’.

“Eran tres bandas y ¡ándale que ganamos! Hasta Saúl dijo ‘¿y cómo le vamos a hacer para volver la próxima semana?’. El 27 volvimos y ya era con otros finalistas de otras etapas. En la eliminatoria nos tocó con Between Cycles, una muy buena banda de Monterrey y también con Fusil 911, que es como punk metal de Saltillo”, completa George la historia.

Lo que viene ahora es grabar su primer disco, cortesía del Northern Crew.

“Ya tenemos canciones que tienen cuatro años y no las hemos grabado, o las hemos grabado pero mal. Y para el próximo año vamos a empezar con las fechas que nos dieron de Northern Crew, son 10 fechas para varias partes del país”.

Los tres jóvenes que hace más de seis años comenzaran a tocar ‘covers’ juntos en un taller de música de la prepa, hoy sueñan con ir más lejos.

“Vinylo lo quiero para que sea algo grande; sea como sea, quiero hacer algo en la música, y si es con dos amigos de toda la vida, qué mejor”, confiesa Saúl, de apenas 23 años de edad.

De los tres, solo David ha terminado la carrera universitaria. Los otros dos integrantes siguen estudiando.

• ¿Es pesado? “No es tan cansado cuando lo disfrutas. Te da sueño en la mañana, te avientas una ‘pestañita’ en la primera clase y ya. Sí es importante la carrera, pero esta área (la música) también alimenta nuestra vida”, dice George.

‘NO SON NORMALES’

Una extenuante jornada más en el ‘garage’ está a punto de terminar, aunque el público no dejar de pedir “otra”. Y Vinylo, como Vicente: “hasta que dejen de apaludir”... o les cierren el bar.

“Estos tipos no son normales, definitivamente algo tienen, pero normales no son”, dice Felipe en medio de la euforia, alguien que los conoce y ha seguido de cerca desde hace tiempo.

“En un principio éramos cuatro, pero por azares del destino salió uno. Tuvimos que agarrar nuestro sonido. Es una de las cosas que nos dicen, que somos pocos pero parece como si fuéramos más”.