Velocidad. Estos autos inspiran competencia, ¿quién se llevará el primer lugar? (EL UNIVERSAL)
Para saber de qué va el nuevo Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio es atinado empezar señalando que posee un motor twin-turbo fabricado por Ferrari, cuyos 505 caballos de fuerza y aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos son suficientes para tenerle el mayor de los respetos.
Sabemos que no nos arriesgamos al concluir que este es el ejemplar de mejor aspecto de su segmento. Presume una dramática parrilla que evoca a las mejores expresiones del diseño italiano y dentro de todos los elementos que se benefician de una perfecta ejecución, el nuevo Giulia exhibe un juego de rines que parecen producto de la imaginación del mismo Pisanello.
El Alfa Romeo Giulia es un sedán que no tiene reclamo alguno en los materiales empleados en su construcción ni en el estilo que se ha decidido darles, sin embargo, para enfrentar a un peso pesado como el C63 AMG S, debe ofrecer un impecable manejo y la capacidad de generar sensaciones de un verdadero deportivo.
Mucho más que un auto bonito. Ahí entra la carta más fuerte de este modelo, pues ofrece la mejor experiencia de conducción de cualquier cuatro puertas en el mercado. Es fácilmente el mejor auto que ha producido Alfa y, argumentativamente, el mejor auto de su segmento. Es más emocionante que los alemanes y suena como un superdeportivo de mayor desplazamiento mecánico.
Gran parte de su carácter depende del módulo de comandos 'DNA' montado en la misma consola de la transmisión, las cuales hacen excelentemente sus funciones en modo de manejo "normal2 y all-weather, sin embargo, al ajustarlo a la función "Dynamic" el auto se torna simplemente perfecto. La precisión y rapidez de la dirección hacen que el Quadrifoglio sea uno de los mejores autos para carreteras sinuosas con poco margen de error en cada maniobra. El Alfa tiene una configuración de suspensión compasiva que permite un desplazamiento cómodo a gran velocidad.
Ópera móvil. Con la responsabilidad que representa escribir la siguiente declaración, asumimos cualquier consecuencia sobre esto: el Alfa Romeo Giulia es el mejor sedán deportivo en el mundo. No sólo por su capacidad de robar la atención a cada detalle, sino por cómo esto amalgama a cada maniobra manejo que se realiza. Es una agradable sorpresa encontrar que un vehículo italiano haya descubierto el equilibrio entre radicalidad y racionalidad.
TODO LO QUE TIENES QUE SABER
El responsable de representar a la supremacía alemana es el AMG C63 S en la configuración Edition 1, que agrega una tonalidad gris mate para cubrir la carrocería y un par de franjas en amarillo mango para destacar su naturaleza de competición en el DTM.
Esta versión viene estilizada en carrocería coupé y agrega elementos de aerodinámica que vuelven a esta edición única en su clase. Contrario al seis cilindros que acompaña al Alfa, Mercedes apuesta por el uso de un enorme motor V8 twin turbo de 4 litros que desarrolla 510 caballos de fuerza.
Aspiraciones de otra clase. Si ponemos en nuestra cabeza la imagen del AMG GT, encontramos que no es sorpresa que el C63 S busca apelar a sus principales líneas estéticas en el diseño de faros, parrilla y carrocería en los principios más básicos.
En beneficio de la historia que le respalda, este modelo guarda todos los estándares de tecnología y comodidad que todo vehículo alemán puede presumir. Cada elemento de su equipamiento y materiales de su fabricación son deliberadamente seleccionados para, que a pesar de estar en un auto que devora kilómetros por hora, éste también sea confortable y lujoso.
Su reputación lo compromete. Mientras el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio tiene un gran margen del factor sorpresa cuando es manejado, el AMG C63 S tiene sobre su espalda una gran responsabilidad y compromiso cuando se le exige entregar sensaciones de potencia y capacidades para la pista, pues a su historia le anteceden algunos de los mejores ejemplares en la historia para ambas tareas.
La capacidad de potencia del AMG C63 S Edition 1 es tan feroz que es un hecho que toma más tiempo pronunciar su nombre en voz alta que lo que este auto necesita para alcanzar los 100 kilómetros por hora.
Las principales virtudes de este modelo son sus capacidades de brindar aceleraciones y potencia similares a las de un muscle car americano con la ambivalente personalidad de que en el preciso momento que llega la urgencia de tomar curvas comprometidas, despliega los sistemas más avanzados de la ingeniería automotriz para recordarnos por qué los alemanes son aún el rival a vencer.
Cede el trono. Aunque la decisión del mejor de su clase había estado dividida entre este ejemplar y el BMW M4, la más reciente entrega de Alfa Romeo denota áreas de oportunidad anticipadamente señaladas para este deportivo alemán. Principalmente, su peso, pues este factor sacrifica la agilidad previa al momento de entrar en curva y la sensación de distribución de peso no es tan favorable, pues el denominado body roll podría ser considerado inexistente si no estuviera presente un nuevo jugador en esta cancha de alta exigencia.
