Adaptación. En la Comarca Lagunera, se celebra, tanto el Halloween como el Día de Muertos. (ARCHIVO)
Pedir Halloween es una costumbre que se mantiene entre el gusto de los laguneros como una forma de diversión para los niños, en el sentido de disfrazarse y recibir dulces, pero esto no significa que deba competir ni sustituir la tradición del Día de Muertos.
"No debe ser alarmante que otras tradiciones estén penetrando porque la cultura no es estática, hay mucha gente que se 'espanta' por la adopción de rasgos culturales que son ajenos a la cultura mexicana, pero hay características que hoy vemos como nuestras que hemos ido adaptando de otras culturas a lo largo de la historia", explicó Sindy Yaneth de la Torre Pacheco, antropóloga social.
La doctora en Ciencias Sociales Ambientales señaló que en el Día de Muertos, por ejemplo, se retoman elementos relativos a la cruz, que no vienen de la tradición indígena mexicana, sino de los romanos, de modo que hay símbolos fundamentales en los rituales que se han retomado de otros, en un proceso que se denomina aculturación.
"Se supone que nosotros nacemos dentro una cultura y aprendemos a hacer todo lo que hacemos, esto se llama endoculturación, pero en la Comarca Lagunera, desde niños festejamos Halloween, hay muchas generaciones que desde nuestra casa se nos ha inculcado porque la historia de la región es muy reciente", comentó.
Refirió que Torreón tiene 110 años como ciudad y 140 como asentamiento, por lo que al principio hubo la incursión de muchos grupos étnicos distintos que aportaban rasgos de su cultura. En este sentido, indicó que en la clase socioeconómicamente alta, los europeos imponían algunas "modas" y celebraciones, desde la Navidad, con el árbol decorado con esferas, hasta el Halloween.
"No es de alarmarse que se celebren estas fiestas, al contrario, esto habla mucho sobre la capacidad que tienen los laguneros de adaptación, podemos adaptar elementos culturales de otras regiones y hacerlos nuestros, darles un toque regional y aún así, no siempre esta adaptación significa que se van a perder los elementos que ya están presentes en la región", expresó.
De la Torre dijo que el Halloween y el Día de Muertos son dos festejos totalmente distintos y las familias los viven en momentos muy independientes, donde el primero es un tema de diversión con los disfraces para los niños y el segundo es un asunto familiar, de visitar en el panteón a los parientes que han muerto, de colocarles un altar.
"En el centro del país, los niños en vez de pedir Halloween piden para su calaverita de azúcar, eso no es algo que se practique aquí, no hay sustitución, muchos niños no saben la historia del Halloween y sólo lo hacen por la diversión, mientras que el Día de Muertos sigue una tradición familiar, entonces es responsabilidad de cada familia que se inculca en el hogar", expuso.
La antropóloga dijo que la Comarca Lagunera cuenta con historia muy reciente de otros estados, pues las familias venían de otras entidades y han traído consigo tradiciones de cada región, por lo que la gente celebra en forma distinta y no es como, por ejemplo, en Michoacán, donde todo el pueblo celebra de la misma manera.
"Aquí hay diversidad en la celebración, esto es a través de la familia", indicó.
De la Torre dijo que en las escuelas se ha optado por dejar a un lado la celebración del Halloween para dar un mayor impulso a la celebración del Día de Muertos con la colocación de altares, lo que consideró implica el mismo proceso de apropiación de elementos en la cultura de una familia donde no se practique esta tradición.
"Nos están recolonizando en lo que es ser mexicanos", expresó. Dijo que tras el estreno de la película Coco posiblemente se instaure una moda en cuanto a la colocación de altares de muertos.
Señaló que no hay nada riesgoso en la incorporación de nuevos festejos e indicó que cada familia es libre de decidir qué tradición desea adoptar.
¿De qué mueren los mexicanos?
Enfermedades del sistema circulatorio (25.5%), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (17.5%) y los tumores malignos (13 por ciento) son las principales causas de defunción en México, señala el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), en el marco del Día de Muertos.
Entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad infantil disminuyó de 32.5 a 12.5 defunciones de niños menores de 1 año de edad por cada mil nacidos vivos. La razón de mortalidad materna es de 34.6 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos; Chiapas (68.5) y Nayarit (66.9) muestran el nivel más alto. En 1950 la población vivía en promedio 49.7 años y más de la tercera parte de la población (34.6%) moría por enfermedades infecciosas y parasitarias; en 2015, de las 655 mil 688 defunciones registradas solo 2.5% se vincula a esta causa, mientras que la esperanza de vida de la población aumentó a 75.3 años para el año 2017. En 2015 fallecieron 34 mil 60 jóvenes de 15 a 29 años de edad, lo que en términos porcentuales representa 5.2% de las defunciones totales.
