Lo más probable es que Aaron Rodgers se pierda la campaña.
El linebacker de Minnesota Vikings, Anthony Barr, dijo que no tenía la intención de "sacar" a Aaron Rodgers con un golpe el fin de semana pasado que dejó al mariscal de campo de los Packers con una fractura en la clavícula.
Después de estar la mayor parte de la semana en el protocolo de conmoción cerebral de la NFL, Barr pudo pasar el protocolo ayer y se le permitió hablar con los medios por primera vez desde el juego del domingo.
"De ninguna manera estaba tratando de lastimar o eliminar a Aaron Rodgers", dijo Barr. "Es uno de los jugadores, si no el mejor, de esta liga. No soy un jugador sucio. No juego sucio. No predicamos eso por aquí".
Rodgers fue colocado en la reserva de lesionados poco después de que Barr habló y podría estar fuera de temporada. El suplente Brett Hundley hará su debut en la NFL en casa mañana ante Nueva Orleáns.
Rodgers publicó un mensaje de Instagram ayer por la mañana agradeciendo a los simpatizantes por su "amor, apoyo, pensamientos y oraciones" en una foto suya en una cama de hospital. El dos veces Jugador Más Valioso de la NFL agregó la frase "el regreso comienza ahora" con un hashtag.
Barr dijo que no cambiaría nada la forma en que golpeó a Rodgers, quien había lanzado un pase mientras salía del bolsillo antes del golpe que se dio en el piso su hombro derecho. No hubo pañuelo en la jugada, pero el entrenador de los Packers, Mike McCarthy, lo llamó "un acto ilegal". Los jugadores de Green Bay Jahri Evans y Ahmad Brooks también condenaron el golpe.
"Todo el mundo tendrá derecho a su opinión", dijo Barr. "Creo que si le pasara a mi mariscal de campo, probablemente diría que fue ilegal y lo mismo, solo porque estás tratando de defender a tu compañero".
