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Celebran primera victoria en casa

AARÓN ARGUIJO GAMIOCHIPI

Mitad de semana en la Comarca y el futbol invadió la noche, los Guerreros en una nueva chance de satisfacer a sus aficionados, recibiendo a unos Rayos que llegaban arañando los puestos de liguilla.

Con la hora de inicio de partido coincidiendo con el horario de salida de las oficinas, la explanada del estadio Corona lucía desierta apenas unos minutos antes del silbatazo inicial, salvo unos cuantos automóviles que sí madrugaron, aprovechando para refrescarse un poco ante el cobijo del intenso sol lagunero. Apresurados llegaban los fanáticos al estadio, no parecía una entrada aceptable cuando comenzaron las hostilidades, pero conforme avanzaban los minutos, la entrada fue mejorando considerablemente.

Tras el protocolo tradicional encabezado por niños cargando la bandera de la Liga MX y los capitanes de los equipos dando palabras relativas a la prevención del cáncer de mama, comenzó una nueva batalla ante los Rayos, esos que siempre serán una reminiscencia del primer campeonato albiverde, hace poco más de dos décadas. Intensidad se vio en la cancha durante los primeros minutos, mientras en la tribuna a pesar de la mejoría, se gestó la peor entrada del torneo, pocos serían los afortunados en ver algo que no se había apreciado a lo largo del torneo: Santos ganando en casa.

Furch, "Cabecita", Djaniny, los tres delanteros albiverdes festejaron una anotación y aunque Necaxa respondió peleando hasta el último instante, la victoria de anoche nadie se la arrancaba al Guerrero. Sufriendo, defendiéndose de cada ataque, la zaga santista terminaría el partido salvaguardando la ventaja y garantizando un triunfo que era realmente necesario, que significaba una bocanada de oxígeno para una afición que ya se estaba asfixiando ante la falta de resultados favorables.

Anoche llegó el silbatazo final y la reacción en la tribuna fue distinta a las que se habían dado desde el pasado abril hasta la fecha, ayer ya hubo motivo para celebrar, para ir a casa con una sonrisa en el rostro y la camiseta albiverde bien puesta con mucho orgullo. Las mieles de la victoria era un sabor que ya se le estaba olvidando a los aficionados santistas, pero anoche se recuperó esa sensación que alimenta el alma del fanático y que le brinda tranquilidad al jugador.

Tres puntos que se quedaron en La Laguna y que a Santos le saben muy bien, sumando en una jornada donde los contendientes en la parte baja de la tabla de cocientes, no habían podido hacerlo. Para los poco más de once mil aficionados que asistieron al estadio, un salir distinto del Corona, una noche que no fue triste, en la que brilló la luna en el cielo lagunero y que se espera sea el inicio de un despertar distinto para los Guerreros.

Poco más de 11 mil aficionados festejaron ayer el primer triunfo de los Guerreros jugando en el Estadio Corona.  (Ramón Sotomayor)

Poco más de 11 mil aficionados festejaron ayer el primer triunfo de los Guerreros jugando en el Estadio Corona. (Ramón Sotomayor)

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