Montaje. Los actores Joaquín Cosío y José María de Tavira presentaron ayer la obra La desobediencia de Marte.
En 1982 mientras radicaba en Berlín, el escritor mexicano Juan Villoro realizó la obra La desobediencia de Marte. A 35 años del texto, los laguneros pudieron conocerlo.
Ayer se presentó dicha puesta en escena en dos funciones en el Teatro Nazas. Los protagonistas fueron José María de Tavira y Joaquín Cosío. Los dirige el experimentado dramaturgo Antonio Castro.
Hombres y mujeres llegaron desde las 18:30 horas. El profesionista Joaquín Núñez dijo a El Siglo de Torreón que desconocía la trama de la obra, pero acudió motivado por ver a Cosío, uno de sus actores favoritos.
"Sin duda, Joaquín es un gran artista. Nos ha hecho reír y nos ha hecho llorar con sus actuaciones, no podía perdérmelo hoy -ayer-", dijo Núñez.
Ante una buena audiencia comenzó a las 19:15 horas el montaje, el cual aborda el encuentro de los astrónomos Johannes Kepler (De Tavira) y Tycho Brahe (Cosío). Los dos se reúnen en el año de 1600 para descifrar las órbitas de los planetas.
Brahe era un sabio que tenía las mejores tablas de medición para conocer lo que hasta ese momento encerraba el universo; en tanto, Kepler era el mejor matemático del momento. Ambos se necesitaban mutuamente, pero desconfiaban uno del otro.
De esa extraña rivalidad-dependencia surgió la teoría que permitió descifrar las órbitas de los planetas, como menciona la historia universal.
Para llegar a la ecuación definitiva, los astrónomos sortean recelos, envidias y amenazas. Conforme pasan los minutos, el público descubre que no eran los científicos los protagonistas de la trama sino dos actores que alistaban una obra acerca de ellos.
El director Antonio Castro traslada de forma excepcional la narrativa de Juan Villoro (autor del poema Con el puño en alto) a un espléndido duelo escénico interpretado por Joaquín Cosío y José María de Tavira en el que hubo comedia, drama así como reflexiones.
