Arjen Robben, el astuto extremo que fue fundamental con Holanda en los últimos dos mundiales de futbol, anunció su retiro de la selección nacional tras marcar los dos goles de la victoria 2-0 ante Suecia ayer.
Fue un momento agridulce para el jugador de 33 años, dado que Holanda precisaba anotar cinco goles más para poder seguir en carrera por la clasificación a la Copa del Mundo del año entrante.
"Quería demostrar una vez más mi calidad", dijo Robben al canal de televisión NOS.
En los últimos segundos del partido, miles de hinchas en la Amsterdam Arena se pusieron de pie para ovacionarle, coreando "¡Gracias, Arjen!" en holandés.
Su trayectoria con el seleccionado abarcó 14 años. Quizás será recordado más por el gol que no pudo meter, contra España en la final del Mundial de 2010. En un mano a mano con Iker Casillas, el arquero español desvió con la pierna el remate de Robben. España acabó proclamándose campeona del mundo por primera al imponerse 1-0 en tiempo extra.
En su 96to partido con la selección, el atacante de Bayern Munich exhibió su calidad desde el principio y alcanzó los 37 goles con la selección, para empatar con Dennis Bergkamp en el cuarto puesto de la lista histórica.
"Arjen fue, y todavía es, uno de los mejores futbolistas del mundo", dijo el técnico de Holanda, Dick Advocaat. "Es un jugador de mucha calidad. No cabe duda de que lo extrañaremos".
Después del silbatazo final, Robben dio una vuelta olímpica con sus dos hijos pequeños, y uno de ellos metió dos goles _ de zurda, por supuesto, la pierna hábil de su padre _ para el deleite del público.
Robben abrió el marcador a los 16 minutos con un gol de penal, que definió a lo Panenka.
El segundo fue un potente remate desde el borde del área a los 40.
"Usualmente sería algo hermoso, pero es difícil no acudir a la Copa del Mundo", lamentó Robben.
El jugador holandés dijo adiós ayer a la selección de su país. Robben se despide tras ser eliminado
