Las empresas y los consumidores deben intensificar sus esfuerzos para transformar los sistemas alimentarios mundiales en un momento en que las amenazas del hambre y la obesidad van en aumento, advirtió ayer el director general de la FAO, José Graziano da Silva, a los delegados reunidos en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA).
Recordó que cerca de 815 millones de personas padecían hambre en 2016, pero que cada vez más adultos y niños se están convirtiendo en obesos, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
"Esto puede afectar a las generaciones futuras", alertó Graziano de Silva, que pidió "políticas más activas" para impulsar la creación de sistemas alimentarios sostenibles.
En un comunicado la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que la 44ª sesión plenaria del CSA comenzó este lunes.
Este organismo, dijo, ofrece una plataforma inclusiva para que todas las partes interesadas, -incluidos los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado→ trabajen juntos y elaboren recomendaciones y orientaciones sobre temas que afectan a la seguridad alimentaria y la nutrición.
El Comité ha promulgado directrices sobre tenencia de la tierra, inversiones responsables en la agricultura y para la seguridad alimentaria y la nutrición en crisis prolongadas.
Según la FAO, el enfoque de las políticas se centra este año en la silvicultura sostenible y la urbanización, mientras que el Grupo de Expertos de Alto Nivel (HLPE, por sus siglas en inglés) publicará un nuevo informe sobre Nutrición y Sistemas Alimentarios.
La inclusión del sector privado en los esfuerzos basados en el consenso del CSA es especialmente importante, ya que tiene un papel esencial en asegurar que se produzcan alimentos más saludables.