Problemas. Damnificados que ocupan el albergue en el centro recreativo han atestiguado pleitos por las despensas. (AGENCIA REFORMA)
Mientras los habitantes de esta localidad afectados por los sismos del 7 y 23 se septiembre se quejan de no tener víveres, el alcalde guarda en la oficina municipal colchas, casas de campaña y catres con el logotipo de Protección Civil.
Se constató que, a un mes de la tragedia, las donaciones permanecen en el despacho del presidente municipal priista Fernando Miguel Contreras.
Al solicitarle una entrevista, el funcionario ofreció hablar en su despacho y al abrir la puerta se observó la ayuda acumulada en el lugar.
Al darse cuenta el funcionario de que se hacía un registro de lo acumulado, éste impidió que se siguiera documentando. Argumentó que se tenía que pedir permiso.
Los gobiernos federal y local afirmaron que sería el Ejército y la Marina las instituciones encargadas de entregar la ayuda humanitaria a los afectados para evitar el uso político.
Sin embargo, en esta localidad marginada y con problemas agrarios latentes de la región del Istmo de Tehuantepec, las Fuerzas Armadas se limitan a hacer rondines a bordo de camiones oficiales y, en pocos casos, circulan con decenas de despensas con el logotipo de la Cruz Roja.
Los habitantes del lugar denunciaron que el Edil acapara despensas, lonas, colchonetas y cobijas.
Además, expusieron, maneja con discrecionalidad los programas de empleo temporal y el censo de casas afectadas.
"Todo mundo sabe que el Presidente Municipal está ayudando principalmente a su familia, a su tío, tía, hermanos y la regidora tiene en la lista a su familia para construir, mientras que esta gente no aparece en el censo", denunció el damnificado Gustavo Gutiérrez, quien vive en la segunda sección.
El afectado aseguró que de las 100 casas que resultaron con pérdidas totales, nada más se construirán 13 viviendas con ayuda del Gobierno federal y local.
Expuso que la mayoría de las construcciones se harán en predios de familiares del Presidente Municipal.
