Las posturas del Estado español y la Generalidad de Cataluña se han polarizado a dos días del referéndum de independencia, y sin visos de que pueda darse un diálogo. (EFE)
Las posturas del Estado español y la Generalidad de Cataluña se han polarizado a dos días del referéndum de independencia, y sin visos de que pueda darse un diálogo, la crisis ha escalado tras las declaraciones del rey Felipe VI y el presidente catalán Carles Puigdemont.
En un discurso inusitado, el jefe de Estado Felipe de Borbón acusó ayer al gobierno catalán de una "deslealtad inadmisible" y llamó a "los legítimos poderes del Estado" a restablecer el orden constitucional.
El rey español no planteó ninguna apuesta por el diálogo y dijo que las autoridades catalanas, "de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia". También aseguró que "los derechos que pertenecen a todos los españoles serán preservados".
A los cargos institucionales independentistas les acusó de "haber quebrantado los principios democráticos de todo estado de derecho" y socavar "la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando, desgraciadamente, a dividirla".
"Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada", dijo el monarca y concluyó subrayando su "compromiso como rey con la unidad y permanencia de España".
Sus declaraciones fueron recibidas en las calles de Cataluña con caceroladas, bocinazos de los automóviles y gritos de protesta.
Minutos antes del discurso del rey, Carles Puigdemont, en entrevista con la BBC, aseguró que la declaración de independencia de Cataluña es "cuestión de días" y aseguró que su gobierno actuará hacia el fin de semana o el inicio de la siguiente".
El presidente catalán se dijo decepcionado por la ausencia de una reacción contundente de la Unión Europea ante los abusos policiales cometidos en Cataluña el pasado domingo.
En tanto, la polarización en Cataluña avanza. Ayer la región se paralizó en una movilización masiva, de hasta 700,000 personas en Barcelona, que intensifica el pulso con el gobierno español.
Dos convocatorias se unieron en Cataluña ayer martes: una huelga general y un "paro de país".}
