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Tecnología de la NASA se utiliza en sismos

LAS BRIGADAS DE RESCATE HAN ENCONTRADO EN LAS CÁMARAS TÉRMICAS UNA HERRAMIENTA DE GRAN UTILIDAD

Tecnología utilizada en los rescates luego del sismo. (EL UNIVERSAL)

Tecnología utilizada en los rescates luego del sismo. (EL UNIVERSAL)

AGENCIAS

Europa es el nombre de uno de los satélites más estudiados por los científicos. Su radio orbital es de 670 900 km2. Esta estimación es producto de complejos algoritmos relacionados con el desarrollo de la tecnología radar que en el espacio ha sido utilizada para calcular, entre otras cosas, las órbitas de las lunas de Júpiter y Saturno. En la Tierra estos conocimientos han sido empleados para detectar latidos del corazón y patrones de respiración de personas atrapadas bajo los escombros. FINDER (Finding Individuals for Disaster and Emergency Response) es el nombre de un dispositivo desarrollado con tecnología heredada por la NASA y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (EU); hoy se convierte en una de las herramientas más novedosas para buscar sobrevivientes en desastres naturales.

En las últimas cuatro décadas se han creado, mediante la transferencia tecnológica de la NASA, más de dos mil productos comerciales que ya se utilizan en todo el mundo. FINDER es precisamente uno de ellos y forma parte de una gran diversidad de herramientas que tienen que ver con la prevención y rescate en catástrofes como los sismos de alta magnitud.

Este dispositivo envía una señal de microondas de muy baja potencia a través de los escombros y busca cambios en los reflejos de las señales para detectar pequeñísimos movimientos como los causados por la respiración y los latidos del corazón de las víctimas. El software puede distinguir entre los latidos del corazón de un ser humano y de animales, e incluso, de dispositivos mecánicos que pudieran tener vibraciones similares, como un reloj.

Las pruebas de los primeros prototipos empezaron a realizarse hace tres años en escenarios simulados en diferentes partes de EU. Después de comprobar su eficacia, la NASA otorgó licencias a R4 Incorporated y SpecOps Group Inc. Productos de la primera compañía fueron utilizados para buscar sobrevivientes en los sismos de Nepal (2015) y Ecuador (2016), mientras que la segunda empresa tuvo presencia en los desastres recientes en México.

El instrumento empezó a utilizarse por primera vez en una situación real durante el sismo de Nepal (magnitud 7.8), donde cuatro hombres lograron ser rescatados gracias a esta tecnología. Según información de David Miller, jefe de Tecnología de la NASA, además de edificios derrumbados, el dispositivo también podría utilizarse para ubicar gente perdida en áreas determinadas, por ejemplo un bosque, así como frente a otro tipo de tragedias como un incendio. El FINDER también ha sido empleado para intentar rescatar personas en Puerto Rico después de los embates sufridos por el huracán "María", pues aunque no funciona a través del agua, puede ser útil para buscar personas atrapadas en los tejados de sus casas.

Otro de los usos imaginados para el dispositivo es la detección de cazadores furtivos en parques nacionales africanos, donde prácticamente los últimos rinocerontes del planeta tienen que ser escoltados día y noche por guardias. Escondidos entre los arbustos podrían alertar la presencia de los intrusos. También en el área médica se pueden crear versiones del instrumento para aplicaciones específicas, como para tratar una enfermedad con alto riesgo de contagio, por ejemplo el ébola. Se podría monitorear el ritmo cardiaco de los enfermos sin tener contacto físico durante una cuarentena.

FINDER tiene un peso menor a diez kilos y puede ser manipulado por una sola persona. Los expertos señalan que la próxima generación de esta tecnología podría combinarse con vehículos voladores autónomos y robots en miniatura que permitan una mayor proximidad con las víctimas y reconocimiento de un área más amplia sin el riesgo de que colapse. De hecho, en la actualidad ya existen varios prototipos de insectos robóticos para misiones de búsqueda y reconocimiento de terrenos complejos, como el "saltamontes" TAUB, concebido por ingenieros de la Universidad de Tel Aviv. Para los especialistas, esta herramienta de rescate se puede complementar con otros métodos de búsqueda como las cámaras térmicas, que finalmente en el caso de los recientes sismos en el país fueron las tecnologías más difundidas y que marcaron una de las diferencias fundamentales con los rescates de 1985.

 CÁMARA Y ACCIÓN

Las brigadas de rescate en zonas de desastre han encontrado en las cámaras térmicas una herramienta de gran utilidad. Estos dispositivos son capaces de transmitir una imagen a través de paredes o bloques de escombros. Trabajan a partir de emisiones de rayos infrarrojos y el espectro electromagnético de los cuerpos.

Según información de FLIR, uno de los principales fabricantes a nivel mundial de este tipo de dispositivos, mientras que una cámara normal depende de la luz para generar una imagen, una cámara térmica, también llamada cámara de infrarrojos, es capaz de captar diferencias de temperatura mínimas y convertirlas en una imagen luminosa visible para el humano. Las imágenes se visualizan en una pantalla. Al contrario que otras tecnologías, la termografía puede "ver" en oscuridad total. Sus sensores perciben una particular longitud de onda infrarroja que ocasiona que sobresalgan las partes más calientes de un cuerpo, pues cada pixel corresponde a un valor de medición con respecto a su temperatura.

Después de que el astrónomo inglés William Herschel descubriera la radiación infrarroja en 1800, más de un siglo después se posibilitó su medición. Durante la Segunda Guerra Mundial, las propiedades de esta radiación infrarroja se usaron principalmente para guiar misiles. Las primeras cámaras eran pesadas y difíciles de transportar; fue hasta los años ochenta del siglo pasado que aparecieron cámaras termográficas manejables. Finalmente, con la llegada de la era digital estos dispositivos evolucionaron rápido diversificándose para varias áreas de la vida cotidiana, incluidas las misiones de rescate.

 CARTOGRAFÍA DEL DESASTRE

Una aportación importante de la NASA para nuestro país durante los dos sismos de gran magnitud ocurridos recientemente fueron los mapas generados por el Programa de Desastres de la NASA que a su vez trabaja con diversas agencias regionales e internacionales. Una herramienta fundamental para lograrla cartografía detallada de las zonas de desastre fue el radar interferométrico de apertura sintética, abreviado como InSAR, instrumento radiométrico utilizado en geodesia y en teledetección. No sólo fueron detectadas las deformaciones sufridas en la superficie terrestre, sino en la estabilidad estructural de los edificios. Este organismo estadounidense trabaja para generar información en desastres ocurridos en todo el mundo con el objetivo de producir productos de información detallada basada en datos medioambientales globales. Esta información proviene de la flota de satélites especializados de diferentes agencias internacionales, como el caso del Programa Copérnico de la Agencia Espacial Europea (ESA) y sus misiones Sentinel que incluyen satélites de radar y de imágenes super-espectrales para la vigilancia terrestre, oceánica y atmosférica de la Tierra.

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