Hoy y siempre va un abrazo solidario a los compatriotas afectados por los desastres naturales y un sonoro aplauso para quienes desinteresadamente han colaborado en las labores de rescate y reconstrucción, la admiración y respeto por ellos se extiende para los caninos que han contribuido a la localización de las víctimas y el llamado para que como hermanos sigamos contribuyendo en apoyo a nuestros hermanos en desgracia.
Ya en materia, una pregunta común posterior a sufrir un infarto del miocardio es en cuánto tiempo se puede volver a la actividad física y qué tipo de ejercicio es recomendable.
En la actualidad los tiempos de recuperación para este tipo de pacientes es muy diferente a como se acostumbraba antiguamente. Es prudente recomendar un tiempo razonable de reposo que estará condicionado a la desaparición de algunos síntomas como el dolor y cuando se muestre una mejoría del estado de debilidad producto del problema, para iniciar una actividad progresiva y razonable, hasta regresar a las actividades prácticamente normales al cabo de 6 a 8 semanas.
En este lapso de tiempo es muy importante la reeducación del paciente en cuanto a sus hábitos de salud y hacerle entender qué factores u omisiones condicionaron su problema, así como aceptar la condiciones que le llevarán a su recuperación.
Es importante establecer un programa de ejercicios que le permita al paciente su recuperación gradual para regresar a su vida normal, así como alentarlo para continuar con el mismo por un tiempo de 30 minutos y con una frecuencia de 5 veces a la semana, el regreso a la actividad física se puede dar entre las 2 y 4 semanas posteriores al infarto, dependiendo de la gravedad del mismo y del estado general del paciente.
Un aspecto a resaltar es la prevención, por lo que es de vital importancia que el paciente haga conciencia de las modificaciones necesarias para el estilo de vida, que disminuirán las posibilidades de un nuevo evento. Por lo que, además de la rehabilitación, deberá establecer medidas de alimentación y control regular de su estado de salud por su médico tratante.
En la actualidad el tratamiento y rehabilitación de los paciente que han sufrido un infarto requiere de una atención multidisciplinaria, por lo que una recomendación de importancia es tratar el estado emocional, a fin de tratar situaciones de angustia o depresión que puedan vulnerar su autoestima, así como una adecuada asesoría nutricional, este tipo de intervenciones aunadas a las ya mencionadas, indicación del ejercicio regular bajo supervisión médica y revisión periódica favorecerán el retorno a una vida normal ¡Hasta la próxima!
