'Se materializó la palabra incansable'

"Cuando se escuchaba una voz entre los escombros, se sentía una alegría inmensa y si habían pasado 4, 8 horas o más trabajando, no se de dónde se sacaba más energía para salvar aquella vida", cuenta con la voz entrecortada Isabel Vesuña, una de las voluntarias rescatistas de Torreón que sin pensarlo dos veces se lanzó a la Ciudad de México, tras el sismo que la sacudió el pasado 19 de septiembre.

Comenta que la palabra incansable la vio materializada en los cientos de personas que trabajan para rescatar a sobrevivientes de entre los escombros.

Luego de ver las primeras imágenes del sismo, ella junto a su rescatista y amiga Nayelly Carmona, decidieron partir en el primer vuelo con cupo disponible a la Ciudad de México, que fue un día después.

"No podíamos ser indiferentes ante la tragedia, no pudimos salir el mismo día porque suspendieron los vuelos. Llegamos a las 8 de la noche del miércoles 20 e inmediatamente nos trasladamos a una de las zonas de desastres, Viaducto, a empezar a trabajar".

"En esa zona ya habían encontrado seis cuerpos y se escuchaba la voz de una mujer, era una emoción oírla, porque eran escombros y escombros, la gente lo que quería era quitar eso, eran las 4 de la mañana y era impresionante las ganas de la gente de sacar a esa mujer, no te puedes imaginar las ganas de ayudar, la calidad humana de la gente".

Desafortunadamente cuando lograron llegar hacia ella, ya no tenía signos vitales por lo que fue declarada muerta.

De ahí se fueron a Xochimilco y posteriormente a la Textilera.

"Decían que faltaban cuatro personas por salir. Oíamos voces, porque se oyen voces, no sabes la motivación de la gente cuando hacían las señas para escuchar, la gente redoblaba la energía y las fuerzas para sacar todo de donde no te imaginas".

Lamentablemente no lograron rescatar a personas con vida y tuvieron que regresar a Torreón para continuar la labor de recolección de víveres a través de la escuela de Criminalística y Ciencias Policiales, la cual dirige, a fin de enviarla a los y las damnificadas.

Además dice que busca conformar un grupo de personas capacitadas y preparadas para enfrentar este tipo de desastres, así como un fondo que esté listo para solventar viáticos y cubrir traslados, en caso de que se requiera, "porque vale la pena hacerlo, porque sí te digo la palabra incansable, esa se materializa ahí".