La muñeca tiene una función denominada ‘’Frigid Farrah’. (INTERNET)
Kate Parker, fundadora y codirectora de Schools Consent Project, una organización benéfica que envía abogados a las escuelas para disertar ante los niños sobre asuntos legales del consentimiento sexual y crímenes relacionados con el sexo, ha pedido a través de su blog que la muñeca robot sexual Roxxxy sea prohibida.
Parker arremete específicamente en contra la denominada función Frigid Farrah que trae Roxxxy, que al ser activada hace que el robot simule resistencia al acto sexual, es decir, según palabras de Parker, “permite a los usuarios simular una violación".
Para la denunciante la muñeca "normaliza la violencia sexual", algo que ella considera de riesgo y preocupante. La solicitud de Parker es “criminalizar inventos como Roxxxy".
True Companion, la empresa que fabrica la muñeca sostiene en su sitio web que la violación no es un acto de pasión sexual y que Roxxxy sólo sirve para "ayudar a las personas a entender cómo ser íntimo con su pareja". A su vez, insisten que “la violación no es un tipo de interacción que Roxxxy soporta; la violencia no es parte de una experiencia razonable de compañerismo”.
