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CRÓNICA GOMEZPALATINA

Gomezpalatinos que triunfaron en el Palacio Nacional de Bellas Artes y la Scala deMilán

MANUEL RAMÍREZ LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE GÓMEZ PALACIO

Por ser de estricta justicia debido a su excepcional y brillante carrera operística, dedicamos esta crónica recordando la inmensa trayectoria artística de dos personajes de este terruño gomezpalatino, que con motivo de sus relevantes actuaciones en el terreno del bel canto en los máximos foros de nuestro país y en el extranjero, lograron obtener el reconocimiento unánime de los conocedores y exigentes públicos ante los cuales brindaron sus portentosas voces, mismas que fueron sumamente elogiadas y distinguidas con calificaciones de excelencia. En la primera parte nos referimos a la laureada soprano internacional Agripina Carrillo Ramírez, conocida mundialmente en el canto profesional como “Pina Carrillo” y en seguida al gran tenor David Portilla Estrada.

Pina nació en Zacatecas el 1/o de abril de 1923 y muy pequeñita fue traída por sus padres a Gómez Palacio donde permaneció durante su niñez y juventud, realizando sus estudios básicos y los musicales cantando en la coral de la Parroquia de Guadalupe.

Su participación llamaba poderosamente la atención de los concurrentes por la potencia de su voz que alcanzaba notas sumamente altas y plenas de armonía, lo que motivaba a los conocedores a sugerirle que procurara ingresar al Conservatorio Nacional de Música para desarrollar las enormes facultades que se le advertían para cantar. Ante la insistencia Pina pudo trasladarse a la ciudad de México y quedó bajo la tutela del maestro José Pierson, quien pudo darse cuenta del enorme potencial de la cantante y durante tres años de intenso trabajo de preparación al ver los excelentes resultados de su alumna, no dudó en recomendarla a las autoridades de Bellas Artes para que la apoyaran a que continuara sus estudios.

En agosto de 1947 con el respaldo del gobierno del licenciado Miguel Alemán Valdés y auspiciada por la Ópera ´Nacional de Bellas Artes, además de donativos de notables personajes como el gran cómico de México Mario Moreno “Cantinflas”, se trasladó a Milán, Italia., para ingresar al afamado Conservatorio Giuseppe Verdi a fin de reforzar sus conocimientos.

En 1951, tomó parte en el concurso organizados por los directivos del Teatro de La Scala de Milán y las casas Sonzoño y Ricordi compitiendo contra 500 cantantes de todo el mundo, siendo seleccionada entre las 30 mejores voces para cubrir el elenco de la obra “Cavallería Rusticana” de Pietro Mascagni, durante la temporada de ópera de 1952 a 1953 representó el papel de “Santuzza” con el que obtuvo un triunfo clamoroso y aplausos interminables que la hicieron volver al escenario en varias ocasiones, esto le valió losmejores comentarios de la crítica especializada de Italia. En esa temporada actuó bajo la dirección de los grandes maestros Arturo Toscanini, Wilhelm Furtwängler, Sir Thomas Beechman, Herbert von Karajan, entre otros geniales e inolvidables músicos.

A su regreso al país se integra a la Ópera Nacional de Bellas Artes donde participa en diferentes temporadas anuales en la ciudad de México, en el Teatro Degollado de Guadalajara y en algunas ciudades de Estados Unidos.

El 17 de mayo de 1962 actuó en la obra “Adriana Lecouvreur”, alternando con el tenor Plácido Domingo.

Durante su vida profesional cantó al lado de artistas de talla mundial como: Giuseppe Campora, María Caniglia, Bidú Sayao, Benjamino Gigli, y nuestro conocido Giuseppe Di Stefano “La Voz del Siglo”, quien cantó en la inauguración operística del Teatro Alberto M. Alvarado en 1971 y también lo hizo en la fatídica noche del 16 de abril de 1982, cuando nuestro teatro se incendio completamente.

Esta reseña tiene la finalidad de tratar de adentrar en la conciencia y el conocimiento de nuestra comunidad sobre la tremenda importancia de los logros alcanzados por Pina Carrillo, valorando lo que puede obtenerse con los dones que se nos otorgan y mediante la dedicación y el empeño de cada protagonista entregándose en cuerpo y alma al estudio, disciplina y constancia, para poder alcanzar las altas cumbres del éxito. Obteniendo como en el caso de Agripina Carrillo Ramírez un nivel internacional, con categoría artística, sencillez y bonhomía, en notable alabanza de su persona, para orgullo nuestro y gloria de su Patria. Lamentablemente Pina falleció en la capital del país el 15 de mayo de 2006 dejando un legado invaluable y difícil de superar. Le sobreviven sus hijos: María Teresa, María del Carmen, José Antonio, María Dolores y Miguel Ángel, quienes radican en la capital y en Gómez Palacio varios integrantes de la familia Martínez Carrillo con domicilio en calle Escobedo poniente, donde con frecuencia regresaba la gran cantante.

David Portilla Estrada uno de los más importantes tenores mexicanos de su época, nació en Gómez Palacio el 10 de septiembre de 1933. Desde sus inicios mostró cualidades muy relevantes para participar con fortuna dentro de la música clásica gracias a sus portentosas facultades, disciplina y privilegiada voz. A fines de la década de los 50’s laborando como chofer de una empresa embotelladora de refrescos en el centro de la ciudad de México al pasar por el Palacio de Bellas Artes, observó un anuncio que decía: “Hoy audiciones para la ópera”, sin pensarlo le pidió a su ayudante que continuara trabajando, que en seguida lo alcanzaba. De esa forma David hizo la prueba, quedando seleccionado para ingresar al grupo de aspirantes.

Así fue como Portilla empezó a formar parte del brillante grupo de cantantes talentosos del primer círculo de voces de la prestigiada Academia de la Ópera de Bellas Artes, despuntando como uno de los más trascendentes tenores que hicieron vibrar los escenarios líricos en México, confirmándose el refrán que dice: “Cuando los Dioses de la ópera dan su venia, no hay fuerza humana que los contenga…”.

Su gran debut lo realizó a los 27 años de edad en la obra “L´Amico Fritz”, ópera de tres actos de PietroMascagni, en el Palacio de Bellas Artes, convirtiéndose en una de las voces centrales del elenco operístico nacional de las décadas de 1960, 1970 y 1980. En su repertorio se encuentran óperas como: Il Trovatore, música de Giuseppe Verdi; Tosca de Giacomo Puccini; Turandot, de Giuseppe Adami y Renato Simoni; Andrea Chénier de Umberto Giordano; I Pagliacci de Ruggero Leoncavallo; Marina de Emilio Arrieta y Aída la gran ópera de Giuseppe Verdi. En 1964 cantó la Novena Sinfonía de Beethoven conocida como -El Himno de la Alegría- durante la segunda inauguración del Teatro Degollado de Guadalajara, así como también en los actos inaugurales de los Juegos Olímpicos de 1968 y de la nueva Basílica de Guadalupe.

En 1970 participó en el estreno en México de las obras de Richard Strauss en el Palacio de Bellas Artes.

El prestigiado barítono Roberto Bañuelas citando a Portilla comentó: “Fue un hombre que vivía con plenitud, cantó de 1961 a 1985. Fueron 25 años de carrera constante y siempre tuvo en sus manos el repertorio de mayor responsabilidad en el escenario, fue un tenor que cumplía, nunca le falló la voz ni la técnica.” Con el fin de rescatar las memorias sonoras del Palacio de Bellas Artes y rendir un merecido homenaje a David Portilla, tenor lírico spinto y “tenore di forza”, como era conocido y considerado como uno de los intérpretes mexicanos más destacados del siglo XX, en enero de 2012 fue presentado en disco compacto de edición limitada, una selección de 12 arias interpretadas en su momento por el tenor Portilla. Este trabajo de colección forma parte de un total de 900 grabaciones del acervo de la Fonoteca Nacional, el volumen dedicado a David Portilla es el tercero de las memorias del Palacio de Bellas Artes y contiene arias de “Turandot, Macbeth, Tosca y Pagliacci”, entre otras. En su larga trayectoria David también destacó en las obras: “Traviata, Rigoleto y Electra”, además en la interpretación magistral de “La Forza del Destino” en la Sala Netzahualcóyotl y en su inolvidable participación en 1980 cantando “Nessun Dorma” en el Palacio de Bellas Artes, que fue considerada por la crítica especializada al mismo nivel de las que realizaban el tenor spinto italiano Franco Corelli y Luciano Pavarotti.

Víctima de insuficiencia cardiaca falleció el lunes 9 de enero de 2006 en la ciudad de México el gran tenor gomezpalatino David Portilla Estrada, siendo depositados sus restos en el Cementerio Español.

Con su muerte se terminó una época trascendente de la música clásica en México pues fue uno de los grandes de la ópera mexicana.

En el año de 2005 en ocasión del Centenario de la Fundación de Gómez Palacio se le entregó el reconocimiento como “Ciudadano Distinguido”, por su brillante trayectoria en el campo de la música selecta.

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