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Un reto y tres tareas para Zermeño

SALVADOR SÁNCHEZ PÉREZ

El 1 de enero será el cambio de gobiernos locales en Coahuila. Estas semanas, muchas todavía, los equipos entrantes están preparando sus baterías para recibir la administración municipal.

Los cambios siempre son para bien. La rutina y hasta vicios se hacen cotidianos, por eso nuevas personas en esos puestos de servicio son una bocanada de aire fresco para todos. El gobierno entrante enfrenta retos descomunales. El principal, pienso, será atestiguar, impulsar, incentivar el paso de Torreón, de lo que es, a una ciudad en plenitud. Las tareas que se derivan son múltiples, señalo tres de ellas.

Reducir la enorme brecha de desigualdad económica de la ciudad, primera gran tarea. Grandes zonas condenadas a la marginación en las últimas décadas conviven con otras zonas no tan extendidas de bonanza económica. Punto clave para incentivar aquello que distraídamente llamamos "la violencia".

La pobreza no es la causante de la violencia. La violencia, en nuestros tiempos, es un fenómeno global. Pero en sociedades con marcada desigualdad el crimen organizado encuentra tierra fértil para reproducirse. Globalización y violencia han llegado de la mano. El mero sentido común aconseja, pero también los organismos internacionales: FMI, Banco Mundial, CEPAL, etc., exigen a las sociedades locales hacerse cargo de estos efectos no tan positivos de la globalización. El gobierno local debe, con mucha imaginación, pues los recursos serán siempre escasos, pero además con una gran capacidad de convocatoria, llamar a todos los actores que puedan aportar elementos para restañar el "tejido social": Universidades y medios de comunicación además de encabezar la lista, nos sentiríamos honrados de participar en esta tarea. Hacer frente a la desigualdad implica romper con la lógica de los gobiernos emanados de la Revolución del "combate a la pobreza" con despensas y lonches. La alternativa pasa por impulsar a la vez que la conciencia de la propia dignidad a los ciudadanos, también recuperar las obligaciones que tiene cada quien para con la colectividad de la cual es parte.

Hacer de Torreón una ciudad del siglo XXI, es el segundo reto que quiero señalar ahora. Del siglo pasado son las grandes obras de infraestructura para el automóvil, distribuidores viales, segundos pisos, grandes estacionamientos, malles y suburbios. Por otra parte, los daños que ha provocado décadas de corrupción privilegiado a las inmobiliarias y a sus dueños que han esparcido el crecimiento urbano, haciendo la distribución de servicios cara y siempre ineficiente. Necesitamos un modelo de ciudad compacta que aproveche todo lo que ya existe. Un sistema inteligente de movilidad urbana, que incluya por supuesto expandir el metrobús ya en construcción, pero también más calles peatonales, sistemas de eco bici, una verdadera red de ciclovías, mercados en cada barrio. Sistemas de separación de basura, promoción del arte en la calle, autogeneración de alimentos, aprovechamiento de energías alternativas y un largo etcétera.

Democracia radical, mi tercer señalamiento. Insisto, la democracia no es meramente acudir a las urnas para elegir a los representantes, ése es sólo una expresión de la democracia para las sociedades complejas. Democracia desde la raíz, la democracia radical, consiste en establecer mecanismos para incentivar la participación ciudadana cuadra por cuadra, manzana por manzana, colonia por colonia, tema por tema. Atacar de raíz el origen de todos nuestros males: el caciquismo. Régimen que por su eficiencia y comodidad nos es grato, pero es terriblemente irracional, primitivo, salvaje. Esto no es ninguna magia, la democracia ciudadana en algunas ciudades mexicanas es práctica vigorosa. Impulsar la democratización de la sociedad desde arriba hacia abajo y hacerse a un lado es tarea delicada. Promover la democracia consiste en, digamos, subir y tirar la escalera, si se me permite la metáfora.

Zermeño ganó con amplio margen las elecciones, esto es una ventaja sin igual. Aunque el ajuste de calendarios electorales haga durar sólo un año la gestión, la experiencia se puede extender, pues la reelección inmediata está permitida. Para concluir entonces, podemos decir, en síntesis, porque, además es evidente, que el reto y las tareas aquí señaladas no son sólo para Zermeño, son reto y tareas para la sociedad torreonense.

Twitter: salvador_sj

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