'Yo pensé que mi hora había llegado'

A través de las redes sociales, laguneros residentes en la Ciudad de México expresaron su amarga experiencia que literalmente los "sacudiera" al registrarse el jueves por la noche un sismo de 8.2 grados. Algunos informaron a sus familiares que todo había quedado en un gran susto, y que se encontraban con bien.

Como es el caso de Violeta Rodríguez, cuya pesadilla se volvió una realidad, y de Mariza Cedillo, para quien fueron una eternidad los segundos que duró el sismo, ya que le fue imposible salir de su departamento ubicado en el décimo piso de un viejo edificio, "pensé que mi hora había llegado".

Violeta cuenta que con tres años de residencia en la Ciudad de México, "pensé que era una de mis pesadillas, pero fue verdad". Se encontraba con su madre y al ver que los ventiladores y que todo se movía "horrible" comenzó a gritar "mamá despierta". De inmediato salieron de casa y se dirigieron al punto de reunión a mitad de la calle.

"Todo estaba intacto", dice, pues del terremoto del 85, conoce lo que sus padres le han contado y lo que ha leído en los diarios. Hoy le tocó vivirlo. Ante la amenaza de réplicas, dice que la recomendación es tener una maleta lista con documentos importantes, y ropa, agua y alimentos. Aunque desde que llegó a la Ciudad de México esa fue la primera recomendación "estar siempre lista", nunca lo hizo, ahora sí lo está.

El caso de Mariza fue diferente. Se encontraba en su departamento, ubicado en el décimo piso de un viejo edificio, que asegura, se mantuvo en pie tras el terremoto de 1985.

"Sólo veíamos como corrían los juguetes de la niña de un lado para otro, y como ya estaba temblando súperfuerte, ni pudimos salirnos", dijo. Por lo que dice, abrazó a su esposo y a su hija "y nos encomendamos a Dios".

Aunque el movimiento telúrico duró poco más de un minuto, el vaivén seguía en su casa, la cual quedó en completa oscuridad. "La verdad te apanicas tanto que no piensas en nada, ó sea yo dije Dios ayúdanos… sólo abrazaba fuerte a mi nena".

Fue hasta ayer por la tarde, que los servicios se restablecieron en el sector, pero asegura que la solidaridad que mostraron las personas fue tal, que cualquiera le ofrecía el poder comunicarse con sus familiares, para informarles que estaba con bien.

Pese a la amarga experiencia que vivieron estas laguneras durante el sismo que cobró la vida de decenas de personas al sur del país, no piensan en regresar a la Comarca Lagunera, pues su vida laboral está en la Ciudad de México.