Resguardo. Varias familias se resguardan en los refugios preparados en la República Dominicana. (AGENCIAS)
La población de la República Dominicana y de Haití, que comparten la isla de La Española, aguardan los primeros efectos del huracán Irma para las primeras horas de este jueves, sin que se prevea que toque tierra, pero con el riesgo de inundaciones e intensos oleajes.
De continuar con su movimiento actual y trayectoria prevista, el huracán, que mantiene vientos de 295 kilómetros por hora, se situaría en las primeras horas del jueves entre 75 y 150 kilómetros al noreste de Cabo Engaño, agregó el boletín del Onamet.
La dependencia pronosticó lluvias con acumulaciones de 150 a 300 milímetros, e incluso superiores en algunos puntos aislados, con riesgo de inundaciones en las provincias norteñas de Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez, Samaná, Hato Mayor, El Seibo y La Romana en las próximas 24 a 36 horas.
El boletín agregó que el paso del huracán es acompañado por mareas anormales y fuertes oleajes, de tres a casi siete metros, con posibilidad de rompientes superiores, y riesgo de inundaciones costeras en puntos bajos, por lo que se ordenó a todas las embarcaciones permanecer en puerto.
En tanto, el director ejecutivo de Defensa Civil, general Rafael Antonio Carrasco Paulino, dio instrucciones a los 32 directores provinciales sobre las medidas de prevención ante el paso de Irma, con la preparación de tres mil 262 albergues con capacidad para 900 mil personas, atendidos por ocho mil 420 voluntarios.
En la vecina Haití, la emisora Radio Metropole indicó que este miércoles se activó la alerta roja ante el inminente paso de Irma, que según el Centro Nacional de Meteorología tendrá sus primeros impactos en el norte haitiano el jueves muy temprano con ráfagas sostenidas, lluvias generalizadas y mar agitado.
Irma azotó este miércoles con ráfagas de viento superiores a los 300 kilómetros por hora y olas de una docena de metros las costas de las islas de Saint-Barthélemy y San Martín, así como Antigua y Barbuda, donde dejó al menos seis muertos y provocó severos daños en infraestructura.
En Cuba, los últimos modelos de pronóstico ubican la trayectoria del poderoso huracán a lo largo de la costa norte de la isla, pero sin tocar su territorio, aunque se prevé que tenga efectos devastadores en la costa norte de las provincias del oriente y el centro de la isla.
