Protesta. Bachelet tomó protesta a nuevos ministros. (EFE)
La presidenta chilena Michelle Bachelet aceptó ayer las renuncias de los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y de Economía, Luis Felipe Céspedes, luego de la crisis que se produjo por el rechazo al proyecto minero Dominga.
Valdés fue reemplazado por el ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, mientras que en el puesto de Céspedes asumió Jorge Rodríguez Grossi, expresidente del estatal Banco Estado.
Como nuevo ministro secretario general de la Presidencia asumió Gabriel de la Fuente, quien se desempeñaba como subsecretario.
Valdés dijo a periodistas que presentó su renuncia a Bachelet, y ella la aceptó, debido a "una serie de consideraciones que impiden que pueda seguir mi rol como ministro, las que quedarán en el seno de mis conversaciones con la presidenta".
"Mi visión de crecimiento no era compartida. Creo que no logré que todos compartiera mi convicción", dijo el ahora exsecretario de Estado.
Añadió que "las cifras económicas comienzan a mostrar un mayor dinamismo, avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar su iniciativa con reglas claras y estables".
Las diferencias entre Bachelet y su equipo económico se acrecentaron en los últimos días e incluso ayer jueves tuvo un nuevo capítulo cuando ella dijo en un acto público que "no concibo un desarrollo a espaldas de las personas y donde sólo importan los números y no el cómo lo están pasando las familias en sus casas".
La jefa de Estado señaló que "hay gente que cree que si uno se preocupa por el medio ambiente la economía no va a poder seguir creciendo. Y si puede, sólo hay que ponerse otros anteojos".
