El majestuoso inmueble cumple hoy 75 años de historia
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Medieval, neogótico, art-noveau, oriental... Una mezcla de estilos artísticos se conjuntaron en la creación del Teatro Isauro Martínez, que hoy resulta oportuno analizar en el 75 aniversario de su fundación.
Desde la fachada y el foyer, hasta la sala, las columnas y el techo, todo fue del gusto de don Isauro Martínez -su fundador-, quien quiso que su máxima obra llevara detalles de los cines norteamericanos más prestigiados de aquella época (finales de los 20).
Fue así que el día de su inauguración, el siete de marzo de 1930, el público lagunero pudo darse cuenta de la semejanza de la fachada del teatro Martínez con la del Teatro Fox de San Louis Missouri, muy al estilo medieval con sus remates y vitral.
La decoración es obra del maestro Salvador Tarazona, quien supo entender el gusto artístico de don Isauro. Pero luego de estar muchos años en el abandono, tuvo que ser restaurado por el maestro José Méndez algunas décadas más tarde, quien logró conservar el estilo original y recuperar algunos detalles que se habían perdido con el paso del tiempo.
Un análisis preciso de los estilos que posee en cada uno de sus rincones fue realizado por los integrantes del Patronato, antes de empezar con las obras de restauración, y he aquí algunos extractos.
LA FACHADA
La fachada o frontis tiene un aspecto austero y sobrio, con un cielo de conjunto gótico y bizantino estilizado. Está formada por cinco cuerpos, siendo el más amplio el central, donde se destaca un gran ventanal rematado por un arco morisco apuntado. A ambos lados tiene otros dos ventanales cuadrados, divididos del central por dos esbeltas columnas cuadradas de capiteles sencillos. Los otros cuatro cuerpos, de los cuales los de los extremos son los menos anchos, tienen sus paredes embellecidas con sobrias molduras, que terminan en esbeltas agujas de trabajo afiligranado y en columnas que coronan el edificio. Los hermosos emplomados son otro derroche de arte y gusto exquisito, así como las lámparas y farolas de bronce esmeradamente trabajadas complementan el adorno.
EL FOYER
El salón de descanso o foyer fue decorado con un estilo que hace contraste con la sala interior, pero que no desmereció en nada porque resultó suntuoso.
Su techo artesonado, se decoró con combinaciones de verde y oro, que reflejan las luces eléctricas. Las paredes y columnas tienen molduras y relieves que distinguen cabezas de mujeres coronadas, severos rostros de caballeros, cascos y armas colocados sobre escudos que ostentan cuarteles principescos que hacen juego con las flores de los que en campos de gules fueron pintadas donde se unen el techo y los muros.
LA SALA
Con capacidad para tres mil espectadores, la sala está perfectamente distribuida y para suprimir la monotonía de las paredes altas y lisas se construyeron dos series de palcos. La galería no tiene ninguna interrupción de visualidad, lo mismo que sucede con el resto del teatro. La decoración consiste en dos paredes laterales que cierran dos corredores amplios a cada lado y en el plafón bajo, donde están instaladas las salidas de refrigeración y calefacción.
Cinco pilastras dividen cuatro “panneaux”, donde aparecen los palcos del primero y segundo piso. Dichos palcos están decorados con ornamentaciones de relieve y pintura, con sus copetes en ambos pisos. Toda la ornamentación lleva la misma tonalidad de color marfil oxidado y los fondos azul y oro imitan la tapicería oriental. Corona y cierra estas paredes una corniza de un metro cincuenta centímetros de ancho, tejida de motivos arabescos que forman conjunto con los capiteles musulmanes.
Sobre la corniza está colocada la instalación eléctrica que ilumina el techo, con las mismas combinaciones de colores azul, rojo, verde y blanco. Los corredores del interior de los palcos están decorados con tapicerías manchúes de abigarradas policromías.
EL PLAFÓN CENTRAL
En el hermoso plafón del centro del techo de la sala aparece una cúpula de cinco metros de diámetro, cerrada por grandes y bien labradas molduras ornamentas para dar lugar a la instalación de luz indirecta a varios colores que producen tonos hermosos para resaltar la pintura, titulada La Inspiración. Las diversas figuras simbólicas sirven para conseguir los efectos de la luz que la hacen cambiar de aspecto según el color que la ilumine.
Alrededor de este centro nacen enlazados todos los estilos labrados de relieve y pintura, para perderse en forma de arabescos y encajes oxidados de color marfil.
*Con información del libro El Teatro Isauro Martínez: Su Historia y Avatares, autoría de Laura Orellana Trinidad.
El techo
Distribuidas convenientemente en el decorado del techo, en torno al plafón, se destacan ocho composiciones pintadas al temple que representan “Una Vida”, concepción artística completamente original ejecutada por el artista valenciano Salvador Tarazona. El símbolo de esta idea combina ocho fases de la vida de un hombre útil a la humanidad.
Primer cuadro: La Revelación del Carácter. Un muchacho, con un libro en una de sus manos, arenga a dos de sus amistades que se observan gran indiferencia y comodidad nada prácticas. Esta composición se destaca sobre un fondo de jardín de Primavera.
Segundo cuadro: Heroísmo. El mismo joven, más crecido, salva a una joven hermosa de la sima de las olas, llevando a la víctima en sus brazos. La salida del mar se destaca en el fondo, con el embate furioso de la marejada.
Tercer cuadro: El Juego. Éste es el aspecto de nuestra vida en su faz intensa de fortificar el cuerpo para equilibrar las fuerzas físicas con las mentales. Se representa con una figura desnuda en el momento de despedir el disco, como en los juegos griegos.
Cuarto cuadro: El Amor. Nada más hermoso que haberlo representado por el grupo de un niño en brazos de su madre, que lo contempla embelesada y llena de ternura, al mismo tiempo que recibe un beso en los cabellos del hombre que la ciñe amablemente por la cintura. Esta composición se encuentra encerrada en un corazón.
Quinto cuadro: La Visión. Un hombre de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos cerrados, en la quietud inmóvil del visionario. En el fondo está el Universo con sus estrellas, nebulosas y mundos.
Sexto cuadro: El Trabajo. Sobre un fondo de atardecer, cruzado por vigas y molduras de fierro, aparece trabajando el obrero infatigable, ostentando en su rostro sudoroso el reflejo del fuego de la esclusa.
Séptimo cuadro: La Bondad. El mismo personaje, sentado en el centro de la composición, explica a un pequeñuelo una historia que sugiere en el pensamiento del muchacho las fantasías que aparecen al fondo.
Octavo cuadro: La Vejez. Sobre un fondo gris y ondulando sobre éste la interminable faja negra de la muerte, aparece un viejo sostenido por sus hijos, a quienes les indica su postrer recomendación.
En números
El Teatro Isauro Martínez se comenzó a construir el primero de febrero de 1928, sobre una superficie de mil 558 metros cuadrados, y se inauguró el siete de marzo de 1930. Se emplearon:
-748 mil 539 ladrillos.
-58 mil 780 pies cuadrados de madera.
-215 mil 217 kilogramos de cal.
-166 mil pies lineales de alambre eléctrico.
-430 mil kilogramos de cemento.
-96 mil 200 kilogramos de yeso.
-232 metros de piedra.
-738 metros cúbicos de cascajo.
-Requiere 175 mil watts para alumbrado.
FUENTE: Teatro Isauro Martínez
