Siglo Nuevo

Informe y campaña

Opinión - Jaque mate

Informe y campaña

Informe y campaña

SERGIO SARMIENTO

Las redes sociales han complicado de manera extraordinaria los esfuerzos de difusión. Los mensajes en Twitter, Facebook o WhatsApp son más difundidos cuando son más escandalosos. Poco importa si son ciertos o falsos, justos o difamatorios.

El quinto informe de gobierno ha representado durante décadas la cima del poder y la popularidad de un presidente. Las razones son claras. A lo largo de cinco años de mando, un presidente ha logrado ya rodearse de las personas más leales y ha empezado a completar obras públicas iniciadas en su sexenio. La población se ha acostumbrado a ver todos los días al mandatario en los medios de comunicación. Para el quinto informe han desaparecido muchas de las comparaciones que al principio de una administración se hacen con el predecesor y todavía no hay un sucesor que robe la atención de los medios.

En el caso de Enrique Peña Nieto las cosas han sido muy diferentes. A unos días de presentar el penúltimo informe, su popularidad se ubica en niveles históricamente bajos. Andrés Manuel López Obrador se encuentra nuevamente en campaña, como lo ha estado en los dos sexenios anteriores, y aparece en primer lugar en las encuestas que miran al 2018. Una de las banderas de López Obrador es desmantelar todo lo logrado en el mandato de Peña Nieto, desde las reformas estructurales hasta el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.

Faltan todavía 10 meses para la elección y las cosas pueden cambiar mucho. El partido del presidente, el PRI, no tiene todavía un candidato y la experiencia nos dice que el aspirante puede añadir o sustraer muchos votos al sufragio partidista. Tampoco sabemos cómo quedarán las alianzas electorales. El Partido Verde está vendiendo caro su amor al PRI, mientras los presidentes del PAN y del PRD buscan impulsar una alianza a pesar de que sus ideologías son diametralmente opuestas.

El momento del quinto informe no da, en esta ocasión, para una celebración. Un discurso excesivamente triunfalista podría generar rechazo de una población cansada del gobierno y los políticos. Peña Nieto tiene obligación, más que nunca, de hacer un buen trabajo de comunicación, no sólo en su discurso con motivo de la presentación de resultados sino en las semanas siguientes en que tanto él como los secretarios estarán volcados en un esfuerzo por promover los logros de la administración.

El problema es que el presidente que en un principio parecía un mago de la comunicación, que tuvo la capacidad de regresar al PRI a Los Pinos y que vendió de manera exitosa sus reformas dentro y fuera del país, ahora parece meterse en problemas en cada discurso y declaración. Parte del problema radica en que las redes sociales han complicado de manera extraordinaria los esfuerzos de difusión. Los mensajes en Twitter, Facebook o WhatsApp son más difundidos cuando son más escandalosos. Poco importa si son ciertos o falsos, justos o difamatorios. Lo importante es que sean golpeadores. Esto garantiza que se vuelvan virales.

El quinto informe abre las puertas a la campaña presidencial de 2018. Será un esfuerzo con nuevas reglas en un país que cambia de manera apresurada. El ex gobernador del Estado de México ganó la Presidencia en 2012 porque era un candidato telegénico: atractivo en la pantalla de televisión y con capacidad para proyectar una imagen optimista. La campaña del 2018, sin embargo, no será definida por los medios tradicionales sino en buena medida por las redes sociales. Las virtudes que brillan en las pantallas de la televisión suelen ser un lastre en las pantallas de los teléfonos inteligentes.

Twitter: @SergioSarmiento

Leer más de Siglo Nuevo / Siglo plus

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Informe y campaña

Clasificados

ID: 1373410

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx