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Al Larguero

ANÁLISIS

ALEJANDRO TOVAR

Si la razón se funda en las pruebas que soportan nuestros sentidos, debemos dejar que Mr. De la Torre reúna todos los datos, hilvane muchas ideas y consiga definir razones y detalles que le costaron tres puntos a su equipo y disipe con ello, análisis de por medio, el enojo popular y pueda olvidar, él y su gente, la rechifla natural que les fue dedicada al finalizar su fallido duelo con Tiburones, donde su defensiva quedó exhibida y sus atacantes reincidieron en chocar solamente.

Por la mañana, un chico lagunero, Ronaldo Cisneros, hizo lo que realiza cada semana: marcar cuando menos un doblete en la sub19, quizá con la idea de que mientras masticaba Tiburones el video entrase en la iglesia del TSM, donde los dirigentes y el técnico escuchaban la misa dominical. Así que tuvo que ir a la tribuna, como de costumbre también, para indigestarse de coraje como lo hicieron otros 20 mil en la soleada tarde donde quisimos ver santistas y ubicamos jóvenes en rojo.

La realidad es que Don Chepo no encuentra el equipo. Insiste con sus atacantes extranjeros que reinciden con arrebatos donde impactan la seguridad del rival, como fantasmas que aparecen por todos los sectores pero que terminan chocando entre ellos y dejando ir cuantas oportunidades generan, en una repetición de intentos que terminan por ser solamente como fuegos fatuos.

Con Osvaldo jugando tan lejos del área, el grupo se corta, porque Ulises y Gael son solamente soldados que reciben órdenes, no vibrantes con liderazgo suficiente para aspirar a lo grande, conforme pasa el partido van decayendo, perdidos en un medio campo donde predomina la falta de criterio, de creatividad y de ideas. Dejar a Martínez de contención es perder a su mejor pasador, cuando tiene a De Buen para esa función. O situar a Chatón y dar una oportunidad al muchacho Angulo en la central, que al igual que Ronaldo, viven como judíos polacos en el gheto.

Los extranjeros de su ataque, podrán ser los más simpáticos para la tribuna femenil pero siguen sin pesar en el frente. Son los hermosos malditos del futbol. Son corceles que aparecen al trote, como Tom Mix, Billy Boyd y Buck Jones, los vaqueros famosos de las películas del cine mudo, que nunca mataban a nadie pero que impactaban a todos. Como estos chicos Furch, Jona y Tabares, mientras Ronaldo, el héroe local duerme en la tribuna y espera un pasaje a Europa, donde tal vez sí pueda jugar como nunca pudo hacerlo en su propio club.

Al irascible José Manuel se le agota el tiempo con la Copa encima. El espacio de su análisis será corto y tendrá que medir a los Bravos juarenses para ir semblanteando los movimientos que intentará ante los correosos Xolos, en un ejercicio donde él y su grupo se andan jugando todo, sabiendo que la paciencia del patrón Irarragorri suele dispararse con la reiteración de los pasajes con dudas, de la estridencia popular y con todo el rollo que provocan los abucheos.

Aparte de los estudios del técnico, entrará en acción el verbo de Mr. Riestra, el hombre que cuida el OK Corral en ausencia del Sheriff Alejandro, para investigar el juego adormecido, acartonado de Armenteros, relevo fallido y del resto de foráneos que lucen en la fotografía pero que no tienen el potencial anímico, revolucionado del capitán Izquierdoz, ahora tan añorado.

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