Los intercambios verbales entre los mandatarios de los dos países, el estadounidense, Donald Trump y el norcoreano, Kim Jon-un, no han hecho más que escalar. (ARCHIVO)
El presidente de Estados Unidos Donald Trump y el régimen de Kim Jong-un de Corea del Norte se encuentran desde el domingo en plena escalada de una guerra verbal que ayer incluyó amenazas más específicas.
El pasado 6 de agosto, Corea del Norte amenazó con responder con "un inimaginable mar de fuego" a las acciones militares o a las sanciones en su contra, tras la adopción en la víspera de nuevas medidas de presión sobre Pyongyang por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Un día después, el lunes 7, el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, en una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Manila, Filipinas, dijo que "si Estados Unidos atacara a la República Popular Democrática de Corea con fuerza militar finalmente, estamos listos para enseñarles una severa lección de fuerza nuclear estratégica".
Ayer por la mañana, el diario The Washington Post dio a conocer un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa en el que se afirma que Corea del Norte ha logrado producir una cabeza nuclear de miniatura que puede ser colocada en uno de sus misiles balísticos, que incluyen la categoría de intercontinentales, capaces de alcanzar suelo norteamericano.
Más tarde, en unas breves declaraciones desde su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, Trump dijo que Corea del Norte "ha estado amenazando más allá de lo normal (...). Y se va a encontrar con fuego y furia y un poderío que el mundo no ha visto nunca antes, francamente".
La respuesta del régimen de Kim Jon-un no se hizo esperar, quien amenazó con atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam horas después de que el Pentágono enviara de nuevo bombarderos B-1B a la península coreana.
"En la mañana del 8 de agosto los piratas aéreos de Guam volvieron a aparecer en el cielo por encima del sur de Corea para realizar una alocada maniobra que simula una guerra real", dijo un portavoz del Ejército norcoreano.