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Expectativas económicas

FRANCISCO JAIME

En la era en que vivimos, tener acceso a fuentes de información económica y financiera es una tarea relativamente fácil. Existen infinidad de fuentes: secciones financieras en los principales diarios del país, periódicos y revistas especializadas, sitios de internet, organismos financieros y de consultoría nacionales e internacionales, por mencionar las más importantes. Sin embargo, esta abundancia de información nos puede confundir y hacer el trabajo de consulta o investigación arduo, pesado, y en muchas ocasiones ineficiente; motivo por el cual es imprescindible hacer una apropiada selección de fuentes que optimicen nuestro tiempo.

En nuestro país existen dos organismos de consulta macroeconómica fundamentales, por ser las fuentes primarias de información, las de mayor credibilidad, y gozan por tanto de gran prestigio. Todos los analistas serios recurren a ellas, por lo que hacer lo mismo nos ahorra tiempo y nos evita cometer errores al acudir a cualquier otra fuente secundaria. Estos organismos son, uno de alcance internacional y el otro de cobertura nacional: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco de México (Banxico). En ellos basamos los comentarios de hoy.

De acuerdo al último informe del FMI: Perspectivas de la Economía Mundial, Abril de 2017, la situación actual y los principales desafíos que enfrentará la economía mundial se resumen en seguida: La actividad económica cobró cierto ímpetu en el segundo semestre de 2016, especialmente en las economías avanzadas. El crecimiento repuntó en Estados Unidos, conservó el vigor en el Reino Unido y sorprendió al alza en Japón gracias al elevado nivel de las exportaciones netas, y en países de la zona del euro como Alemania y España como resultado de la demanda interna. Las proyecciones más importantes son como sigue: el producto interno bruto mundial crecerá en 3.5 % en 2017 y 3.6 % en 2018. En Estados Unidos se prevé un crecimiento de 2.3 % en 2017 y 2.5 % en 2018. Para la zona euro los valores son 1.7 % y 1.6 % respectivamente; para Japón 1.2% y 1.6 % y para América Latina y el Caribe el crecimiento estimado será de 1.1 % en 2017 y 1.7 % en 2018.

El contexto latinoamericano continúa complicado, por lo que los economistas del FMI sugieren las siguientes medidas de política económica: "Se requiere apuntalar los ajustes fiscales y externos con el fin de preservar y reponer los márgenes de maniobra. La definición de una ruta hacia un crecimiento mayor, sostenible y más equitativo requerirá también de reformas estructurales más vigorosas destinadas a cerrar brechas en la calidad de infraestructura; a mejorar el clima de negocios, la gestión de gobierno y los resultados en educación; y a promover la participación de la mujer en la fuerza laboral a fin de estimular el crecimiento a mediano plazo y fomentar la convergencia hacia los niveles de ingreso de las economías avanzadas".

Por otra parte, las perspectivas de la economía mexicana de acuerdo a Banxico son en resumen las siguientes: el crecimiento real del Producto Interno Bruto se estima en 1.9 % para 2017, 2.2 % para 2018 y 2.2 % para 2019. El promedio esperado para los próximos diez años es de 2.7 %, esto corresponde al periodo 2017-2026. Las expectativas de inflación general para 2017 son de 6.0 %, esperándose una baja significativa en 2018 (3.8 %). Las expectativas de inflación general para el horizonte de 1 a 4 años, es decir de 2018 a 2021, son de 3.5 %; mientras que para el horizonte de 5 a 8 años, esto es de 2022 a 2025, disminuye a 3.4 %. El nivel esperado del tipo de cambio del peso frente al dólar es de 18.7 pesos por dólar al cierre de 2017 y de 18.6 para 2018 y 18.4 pesos por dólar para 2019. En lo referente al nivel de tasas de interés del cete a 28 días, los pronósticos son de 7.1 % para 2017 y 2018, y se estima un 6.7 % para 2019.

Hemos comentado en otra ocasión que las reformas económicas estructurales y la alternancia democrática en nuestro país han sido insuficientes para alcanzar mayores niveles de desarrollo. A corto plazo se requiere consolidación fiscal para reducir la deuda pública, una política monetaria dura para controlar la inflación y flexibilidad cambiaria. La economía mexicana, como observamos atrás, crece moderadamente y está entrando en un territorio difícil. A largo plazo el crecimiento, desafortunadamente, seguirá siendo mediocre. A no ser que se fortalezca el mercado interno a través de incentivos a las pequeñas y medianas empresas, así como nuevas reformas estructurales, sobre todo aquellas encaminadas a la reducción de la informalidad y de los trámites burocráticos, y mejorar la calidad de la infraestructura.

Economista

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