Nuevo. El modelo X25 de BAIC da sorpresas a compradores.
Es claro que el mercado mexicano aún teme a los fantasmas que dejó FAW hace años. De todas maneras, en los dos últimos años dos marcas de origen chino se han animado a entrar al juego. BAIC fue la primera; con dificultades ahí va caminando con seis puntos de venta y tres autos en su portafolio.
Luego JAC hizo lo propio, aunque con un viento de cola más favorable, pues el apellido Slim se lee detrás de su logo y la fabricación de sus autos en Hidalgo agrega solidez a su posicionamiento. Las unidades a la venta de esta automotriz son el SEI2 y SEI3. Probamos este último.
Lo confesamos: al igual que con el X25 de BAIC, no esperábamos sorpresas. Es decir, suponíamos un producto con apenas lo justo para ser vendible. En realidad, nos topamos con algo interesante (no mejor). Es un vehículo con atractivos suficientes como para animarse a guiñar el ojo a los que buscan un crossover de entrada.
Muchos estarán de acuerdo en que el SEI3 feo, lo que se dice feo, no es. Incluso algunas personas, en un sondeo rápido que realizamos, lo consideraron atractivo. Lo que no se puede negar es que es un auto que carece de identidad propia. Ajá: se parece a otros modelos.
Desde el habitáculo, debemos reconocer el enorme esfuerzo que realizó JAC para ofrecer un auto de mediana calidad en materiales y equipamiento. Claro, los plásticos duros son mayoría, pero se sienten y se notan de buena calidad. Hay detalles muy cuestionables, como los acabados imitación fibra de carbono o ciertas superficies suaves que no son otra cosa que relleno de espuma tapizado con tela tipo piel.
