El agua
Hay tres elementos indispensables para la sobrevivencia del género humano y para los seres vivientes de nuestro planeta: aire, agua y tierra, y otros de menor importancia.
Paradójicamente, los seres pensantes somos los que más afectamos la conservación y pureza natural de estos elementos, al grado de por ejemplo afectar más que erupciones volcánicas y otros desastres o fenómenos que ocurren sin la intervención humana.
El aire es indispensable para subsistir, y lo contaminamos y afectamos al grado que nos llega a ocasionar serios daños de salud, la tierra que nos procura alimentos en muchas ocasiones la erosionamos o la dañamos o la dedicamos a fines urbanos tierras fértiles que dejan de producir; lo más curioso es que parece que damos por descontado los servicios vitales que nos prestan y que por ser muchas veces gratuita su disposición o al menos barata su adquisición no les ponemos la atención que necesitan hasta que es por desgracia tarde.
La maravilla que es el agua, a la mayoría nos pasa desapercibida, es tal vez el único elemento que se encuentra en cuatro formas distintas: gas, en forma de vapor, el más común o que reconocemos, líquido y dos formas de sólido, sí, dos formas porque hielo y nieve, no son la misma cosa, “qué maravilla”, me ahorro por obvio lo indispensable que es para la subsistencia humana.
En cuanto a La Laguna y sus necesidades futuras de agua, puedo sugerir tres cosas: la más importante sería que en invierno, se dejara de extraer agua para fines agrícolas y para no afectar la importante actividad de producir leche y derivados, traer los alimentos, pasturas y forrajes de regiones sin problema de agua, o bien llevar vacas a estos lugares. El nivel de las norias se recuperaría. Tal vez si ya no es costeable no producir algodón que no sea con agua de las presas.
En segundo lugar, evitar fugas y desperdicios en las redes y en los domicilios. Muy importante también limitar o de plano eliminar los céspedes o zacates y favorecer los árboles, las regiones que vemos muy bonitas y verdes, son lugares que llueve para esto y con cantidades muy superiores a las que tenemos aquí, se puede sustituir por cactus y plantas propias de la región que requieren muy poca agua.
Finalmente, si opinas que puedes pagar o afrontar desperdicios de agua, recuerdo que tú puedes, pero La Laguna no puede, y tal vez estemos tirando el agua que nuestros hijos o nietos van a necesitar para beber.
Aun, si hubiera un proyecto de traer agua de otros sitios, es casi un crimen desperdiciar la que tenemos. Una acción individual tal vez cuente poco, pero muchas de seguro que sí cuentan.
Raimundo Portilla,
Torreón, Coahuila.
