Integral. El proyecto incluyó la participación de las maestras, padres de familia y toda la comunidad del centro educativo.
El Centro de Desarrollo Infantil "Jonas Salk", mejor conocido como CENDI, es una institución que atiende una población de 180 niños que oscila entre 45 días de nacido hasta tres años, y se ha preocupado por siempre brindar una atención integral, no sólo a lo asistencial, estimulando el desarrollo de las capacidades de los infantes, preparándolos para enfrentar los retos que se le presenten, tanto en su vida diaria como en su trayecto formativo escolar.
Como parte de sus actividades en conjunto con el actor, promotor y director Ricardo Violante, produjeron una versión adaptada del cuento de Robert Browning, el Flautista de Hamelin, que se presentó en el Teatro Isauro Martínez, y es parte del inicio de un programa cultural que esperan implementar en la institución.
Para Laura América Velázquez, directora del CENDI de Torreón, la participación de los artistas laguneros en el proyecto de formación de la institución es fundamental, no sólo porque les brinda herramientas de sensibilización a los niños sino porque les ofrece una formación integral, con herramientas que les permite un mejor desarrollo.
"Tener una cercanía con el teatro, la música, y las artes en general, hace que nuestros pequeños crezcan en un entorno más amable, pero que participen de estas actividades, como lo hicieron con la puesta en escena de El flautista en cuidad ratón, hace que tengan un contacto con valores como el trabajo en equipo, la creación de algo tangible, el desarrollo de la personalidad e incluso la responsabilidad".
Velázquez Estrada explica que este proyecto ha sido posible gracias a las alianzas y participación de los artistas de la región, como el actor y director Ricardo Violante, quien hizo la adaptación del cuento el flautista de Hamelin, el compositor Luis Díaz quien escribió la música para esta ocasión, el pianista Daríen Díaz y el violinista Antonio Alanís; quienes, con la calidad de su trabajo, hicieron posible que la muestra llegara a un foro como el Teatro Isauro Martínez.
"Todo el equipo de quienes trabajamos en el CENDI, nos hemos involucrado en las actividades culturales, algo que se ha visto reflejado no sólo en la mejor calidad de vida de los niños, sino también en los padres de familia y quienes integran el hogar de nuestros pequeños. Estamos seguros que una programación con actividades culturales es el camino para brindar un servicio de calidad para la comunidad trabajando en para el segundo semestre del año".
Una experiencia
Para el actor y director de teatro Ricardo Violante, la experiencia de trabajar con niños es siempre gratificante, porque el mundo del niño está lleno de imágenes oníricas, juegos espontáneos y expresiones de emotividad.
"Trabajar con niños entre los 6 meses y 3 años de edad es un reto que implica reconocer además sus necesidades más básicas y afrontar junto a ellos el reto de superar el temor que representa el mundo exterior.
Los bebés en un escenario son poco usuales, no son actores, un bebé por sí mismo ya atrapa al espectador y produce sensaciones frente a su vulnerabilidad, ese estado de belleza es el que tomo y protejo en el escenario para ser admirado en su naturaleza dentro de un juego gozoso para el niño", explicó Violante.
La oferta cultural para los niños de tan corta edad a nivel nacional es muy escasa. Pocos productos se producen en función del perfil de los niños mexicanos. Las escuelas organizan festivales anuales y es común ver montados números musicales y obras de teatro provenientes de la influencia mediática en televisión y redes sociales. El mundo del adulto sigue imponiéndose a las necesidades del niño.
"Regionalmente la producción artística para el sector infantil es poca y no recibe el apoyo en la difusión o en los incentivos de producción. Las edades más bajas requieren proyectos que fortalezcan el vínculo padres-hijos y las edades más altas requieren inculcar una cultura de respeto y autoestima en el niño que lo ayude a superar el temor y mejorar su relación con el entorno.
Casi no hay artistas que aborden a este grupo social, por tanto, seguimos permitiendo que la televisión y la mercadotecnia guíen los gustos de consumo cultural. Falta producir más cuentacuentos, teatro para niños, música infantil, obra plástica y literatura para niños en la región", explica el también promotor Ricardo Violante.
Sembrar semillas
En 16 años de experiencia, Violante ha recorrido escuelas de todo tipo. Conoce el medio rural y el urbano, las clases sociales más favorecidas y las más precarias. Los niños que entran en contacto con las artes desarrollan la capacidad de observar y discernir mejor.
Por lo que el clown explica que además los niños que se acercan al arte: "Pueden crear y extender los límites más allá de lo posible. Resuelven de manera creativa y sobre todo son más incluyentes, su horizonte de vida es más amplio. Muchos de ellos ahora son jóvenes que me encuentro en los orquestas y grupos de música, en los grupos de teatro, los círculos de lectura, las escuelas de cine y las agrupaciones de danza. Están dando su propia lectura de ciudadanía, cambiando la narrativa social. Para algunos el arte es un divertimento, para otros un estilo de vida y ambos están en equilibrio".
Artistas de calidad
La puesta en escena contó con música original y compuesta especialmente para el proyecto del CENDI, por el Flautista y compositor Luis Díaz, quien es originario de Cuba y actualmente es miembro de la Escuela de Música Santa Cecilia y la Universidad La Salle, además del pianista cubano Daríen Díaz, maestro también de la carrera de música en La Salle y el violinista Antonio Alanís, quien funge como primer violín en la Camerata de Coahuila. La obra fue adaptada y dirigida por Ricardo Violante, quien además hará la narración oral del cuento, que aborda el trágico suceso ocurrido en la ciudad de Hamelin en el año 1284, donde un masivo secuestro de niños ocurrió durante una plaga de ratas dando origen a la leyenda documentada primero por los Hermanos Grimm y después versionada poéticamente por Robert Browning.
En escena
En la producción que dirigió el actor Ricardo Violante participarón:
⇒ Diez actores laguneros.
⇒ Tres músicos de conservatorio.
⇒ Un narrador.
⇒ El personal del CENDI.
⇒ Más de 180 bebés.
⇒ Un equipo de producción, escenografía e iluminación.
