El tema de los gastos de campaña se ha convertido en una de las noticias más destacadas de las últimas semanas, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la relación que existe entre este tema y uno de los conceptos más importantes del análisis microeconómico moderno, esto es, los costos de transacción.
El concepto de costos de transacción fue desarrollado por vez primera por Ronald Coase, Premio Nobel de Economía en 1991, quién se preguntó por qué existen las empresas. Coase, nació en Inglaterra en 1910 y murió en Chicago en 2013, a la edad de 102 años. Estudió en la London School of Economics y fue profesor de economía en las universidades de Chicago, Bufalo y Virginia. Descubrió y aclaró la importancia de los costos de transacción y de los derechos de propiedad para el funcionamiento de la economía, lo cual ha revolucionado nuestra forma de pensar sobre estos temas y ha abierto el creciente campo del análisis económico del derecho. Para él, los costos de transacción son los costos asociados al utilizar el mecanismo de precios de mercado, y las empresas se crean con el fin de reducir dichos costos. En términos generales, los costos de transacción se refieren a los costos en que se incurre para poder llevar a cabo una transacción de mercado, incluido por supuesto, el mercado político, en donde los votantes expresan sus demandas de políticas mediante la votación, las contribuciones a las campañas y el cabildeo; por su parte, los políticos proponen alternativas que resulten atractivas para una mayoría de votantes. Finalmente los burócratas intentan maximizar los presupuestos de sus departamentos.
En México, el Sistema Electoral ha sido severamente cuestionado debido a la ineficacia que muestra en la resolución de los conflictos que se le presentan en cada período electoral, además del descomunal uso de recursos públicos que anualmente demanda para su operación. En relación a este tema, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) reanudó el pasado lunes la sesión en la que se revisaría el rebase en los topes de campaña durante el pasado proceso electoral. Al reanudar la sesión tras un receso de 48 horas, se esperaba que además de los cambios incluidos en los engroses presentados el viernes sobre las revisiones a las campañas de cuatro estados, y particularmente a la de Coahuila, se presentarían más propuestas que modifiquen el escenario. Lo anterior confirma lo que diversos analistas políticos han señalado, es decir, la regulación de los gastos de campaña es tan compleja y vaga que sigue siendo altamente ineficaz pues involucra altos costos de transacción.
Por otra parte, Andrés Roemer, reconocido especialista en economía y derecho, nos recuerda que "Coase habla del costo de las transacciones como el costo de utilizar el mecanismo de precios, mientras que Demsetz lo define como el costo de intercambiar títulos de propiedad. Actualmente Furubotn y Richter han definido los costos de las transacciones como todo costo relacionado con la creación, cambios y usos de una institución u organización". De acuerdo con Roemer, los costos de transacción, ya sean difíciles o fáciles de evaluar, poseen un gran valor teleológico, ya que el concepto mismo es crucial para cualquier interpretación aceptable de cómo funciona en realidad una economía de mercado o de no mercado. Y concluye: " Los gobiernos que tratan de ser eficientes deben seleccionar una estructura organizacional (es decir, instituciones) que minimice los costos de transacción" (A. Roemer. Introducción al análisis económico del derecho, ITAM,SMGE, FCE, 2000, pp. 51-52).
Si aceptamos que los costos de transacción son aquellos en que se incurre por llevar a cabo el intercambio de un bien o servicio y por vigilar que se cumplan los contratos, entonces el problema con estos es que ,al igual que los impuestos, ocasionan una pérdida de eficiencia económica debido a que reducen el intercambio de bienes y servicios. También pueden fomentar la corrupción y la aparición de agentes que se dedican a facilitar las transacciones, pero sin generar valor agregado a la sociedad.
Finalmente, en materia electoral, una de las formas más sencillas de minimizar los costos de transacción es simplificar la Ley Electoral, en otras palabras, crear reglas simples, generales y fáciles de cumplir, así como también reducir los costos de operación de los organismos electorales a nivel nacional, estatal y local.
Economista
