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Ruiz Esparza debe renunciar

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Imagine usted que se encuentra en su nueva casa que construyó con enormes sacrificios e ilusión y que planea disfrutarla con su esposa e hijos durante los próximos treinta o cuarenta años.

De pronto a media noche escucha un sonoro estruendo y cual es su sorpresa al observar un enorme hoyo en la estancia --socavón le dicen los expertos-- que en segundos se tragó sus flamantes muebles y que a punto estuvo de llevarse a uno de sus hijos.

Molesto y visiblemente asustado le llama usted al responsable de la construcción de su casa y lo primero que le dice es que el terrible suceso se debió a las lluvias recientes y seguramente al paso de algún drenaje o corriente de agua subterránea.

Pero no se preocupe --le insiste-- el seguro pagará todo y yo me encargaré de reparar los daños para que usted pueda habitar de nuevo su casa en uno o dos meses. ¿Confiará usted de nuevo en este ingeniero?

Guardadas las proporciones eso fue lo que ocurrió, allá en el estado de Morelos, con la aparición repentina de un socavón en el llamado Paso Exprés, un libramiento de 14.5 kilómetros que conecta las carreteras de México-Cuernavaca con la de Cuernavaca a Acapulco.

En esta obra se invirtieron más de 2,200 millones de pesos, demoró dos años en construirse y fue inaugurada con bombos y platillos hace apenas cuatro meses.

En su apertura, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, presumió que el magno paso daría servicio durante 40 años y que gracias a la calidad de sus materiales como el concreto hidráulico no requeriría mantenimiento en los años venideros.

El consorcio Aldesa fue quien construyó dicha vialidad y de inmediato se deslindó de toda responsabilidad. Culpó al drenaje, la basura acumulada y las copiosas lluvias por el surgimiento del socavón que provocó la muerte de dos personas --padre e hijo-- que viajaban en un auto que cayó al fondo de la cueva quedando atrapado bajo decenas de toneladas de tierra.

Ruiz Esparza fue el primero en evadir toda culpabilidad por parte de su secretaria y de los contratistas quienes por cierto obtuvieron el contrato para construir la torre de control del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

El titular de la SCT fue asediado por los medios de comunicación y lo más que llegó a prometer fue que investigará a fondo las causas del percance. Pero lo dijo una vez que había asegurado que el socavón fue provocado por lluvias, drenaje y basura.

Por si fuera poco vecinos de la región y autoridades locales habían alertado a la SCT desde hace varios días de los daños estructurales que mostraba en algunos tramos el Paso Exprés y que terminó en una lamentable tragedia.

Por cierto no es la primera vez que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se ve envuelta en un escándalo de tal naturaleza.

En Ensenada hace tres años se colapsó un tramo amplio de la autopista escénica cuando distintas voces habían alertado del peligro de que ello ocurriera.

En otros estados como en Chiapas los trabajos de reparación de carreteras federales han sido por demás lentos e ineficientes.

En Sonora las obras de reconstrucción de la carretera de cuatro carriles han provocado múltiples accidentes fatales sin que autoridad alguna se responsabilice de ello.

El conductor de radio José Cárdenas le preguntó a bocajarro al secretario Esparza si estaba dispuesto a renunciar ante lo ocurrido en el Paso Exprés, el funcionario balbuceó y sólo se dedicó a defender su carrera y su puesto.

La verdad de las cosas es que el presidente Enrique Peña Nieto tiene en charola de plata la oportunidad de reivindicar aunque sea en forma mínima la imagen de corrupción e ineptitud que pesa sobre su gobierno.

El titular de una dependencia que concursó y supervisó la construcción de una obra costosísima y que a los cuatro meses muestra su pésima calidad y además cobra dos vidas, no debe renunciar sino ser despedido por el jefe del ejecutivo de manera fulminante.

No importa si Ruiz Esparza sirvió muchos años al país ni tampoco si era un funcionario honesto. Con el socavón del Paso Exprés queda demostrada su incompetencia para supervisar obras de tal naturaleza y por ende para dirigir la SCT.

Apunte final

Las cosas que pasan en el vecino país: mientras demócratas y periodistas enemigos del gobierno se empeñan en denunciar un complot entre Rusia y los Trump contra Hillary Clinton, la bolsa de Nueva York rompe y rompe récords mientras la economía sigue en franca recuperación.

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