Foto: El Universal/Berenice Fregoso
Lance Wyman fue elegido para diseñar los paraderos y la imagen de la Línea 7 del Metrobús en Paseo de la Reforma. El estadounidense es autor de las imágenes gráficas del Metro de la Ciudad de México y del Papalote Museo del Niño y, más recientemente, el objeto de una denuncia por hacerse propaganda, acusa Pedro Ramírez, con el trabajo de otros.
Que el gobierno de Miguel Ángel Mancera haya contratado al diseñador oriundo de Newark, Nueva Jersey, no le sentó bien a Javier Ramírez Campuzano, hijo de Pedro Ramírez Vázquez y titular de los derechos de su obra.
Arquitecto como su padre, Javier Ramírez denunció que el estadounidense hace reverencia con sombrero ajeno, es decir, se presenta como autor del logotipo de los Olímpicos de México 1968 y de otros gráficos relacionados, cuando el auténtico creador es su progenitor, como quedó registrado ante la Dirección General del Derecho de Autor en un documento con fecha del 12 de julio de 1967.
Todo el programa de diseño, relata, fue obra de un equipo creativo encabezado por el diseñador Eduardo Terrazas (responsable de Diseño Urbano) y la editora Beatriz Trueblood (en Publicaciones), bajo el mando de Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Organizador de la justa deportiva. Para dar colores y formas al encuentro multinacional se integró un equipo en el que participaron José Luis Ortiz, Manuel Villazón, Abel Quesada, Beatriz Colle, mientras que en el área cultural estaban Mathias Goeritz, Alfonso Soto Soria, Luis Aveleyra, Oscar Urrutia y otros.
"El logotipo de México 68 se deriva de varias cosas: Ramírez Vázquez le indica a Terrazas: 'Quiero lugar, fecha y evento en un solo elemento': México (el lugar), 68 (la fecha) y los aros olímpicos (el evento). Terrazas desarrolla México 68, Ramírez Vázquez le dice: 'Si le pones paralelas puede ser huichol' y, además, coincide con la época del op art, pero no es op art", dice el arquitecto.
A lo largo de los años, Wyman se ha presentado como el creador de esa instantánea relevante de la historia nacional: así aparece en su sitio web (www.lancewyman.com), así lo ha difundido en libros, conferencias, universidades, congresos y exposiciones (como la presentada en octubre de 2014 en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) De ida y vuelta: Lance Wyman. Iconos urbanos). En su página web se ve también el logotipo del Memorial de Tlatelolco, que hizo en 2014, y que integra el 68 (semejante al utilizado para la competición deportiva) y una paloma.
Ramírez Campuzano conserva el archivo de su padre. En ese acervo tiene muestras de todos los preparativos para el certamen, desde medallas hasta mapas de la ciudad, así como papelería oficial y toda clase de parafernalia. También conserva todos los documentos que son la memoria de la Olimpiada mexicana. Algunos de esos papeles son los que sustentan su acusación de plagio contra Wyman:
En primer lugar exhibe una copia del certificado tramitado ante la Dirección General de Derecho de Autor, según la cual Pedro Ramírez Vázquez registró el 12 de julio de 1967 el dibujo "MEXICO 68". A partir de ese registro se le reconocen sus derechos como autor; la copia incluye el trazo con los aros olímpicos.
En segundo, muestra un certificado del Registro Público del Derecho de Autor, del 22 de agosto de 2016. En éste documento él aparece como legatario de su padre y le sirve para amparar su reclamo a propósito de la obra original. Junto al papel aparece la colección de diseños, letras, números, del título MEXICO 68.
Enseguida presenta una minuta fechada el 12 de octubre de 1966, de una reunión encabezaba por Ramírez Vázquez, en la que estuvieron Trueblood, Terrazas, Abeleyra, Goeritz, entre otros. Es una prueba para demostrar que Wyman, como otras personas, trabajó de auxiliar. Como en esos años no había escuelas de diseño gráfico en México, invitaron a participar a personas que trabajaban en el despacho de George Nelson: Peter Murdoch y Wyman: "Terrazas conocía a Nelson; le pide que le preste unos dibujantes y ellos dos vienen", relata Ramírez Campuzano.
En este tercer documento se lee: "...habrá que reforzar al arquitecto Villazón (Manuel Villazón) y a su grupo con personas especializadas en esta esfera, que serán traídas por el arquitecto Eduardo Terrazas. Al mismo tiempo que realizarán las tareas específicas que les vayan a encomendar, estas personas ayudarán a desarrollar el grupo de diseño del arquitecto Villazón".
En cuarto lugar, hay una carta del propio Wyman, fechada el 23 de agosto de 1968, dirigida a Print Magazine, donde da el crédito a Ramírez Vázquez. En los párrafos, escritos en inglés, el estadounidense dice: "Me gustaría aclarar que cuando fui invitado a tomar parte del programa, el señor Ramírez Vázquez me dijo que el diseño gráfico debía incorporar algunos elementos del México precolombino y del arte popular. Yo estuve de acuerdo con esto y en las bases de este concepto que ya me había dado Ramírez Vázquez desarrollé los nuevos diseños". Ahí mismo manifiesta que cuando llegó, Manuel Villazón y su grupo de diseño, bajo la dirección de Ramírez Vázquez, ya habían comenzado a elaborar las imágenes.
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Copia del certificado tramitado ante la Dirección General de Derecho de
Autor el 12 de julio de 1967. Foto: El Universal/Berenice Fregoso
EL EQUIPO
En las oficinas de Ramírez Vázquez y Asociados, en Jardines de Pedregal, se desarrollaron muchas de las juntas y de los trabajos preparatorios para la justa, así como la concepción del diseño. Ramírez Campuzano afirma que su propósito es que se conozca la verdad sobre quién concibió el diseño al cual fueron incorporados aspectos representativos de la identidad mexicana. Según el denunciante, esto muestra la relación con la cultura nacional que fue una constante en la obra de su padre.
"A la muerte de Ramírez Vázquez, me lega su archivo y los derechos, y me encuentro en el archivo que ante Derechos de Autor es suya la autoría, y me doy cuenta de que una persona ha plagiado la autoría de todo un programa de diseño desarrollado por muchas personas. Eso se llama plagio y el plagio es un delito, para cometer un fraude, para malinformar; que él me enseñe un documento de antes de julio de 1967 donde diga que los derechos son suyos. Mi objetivo es que se sepa, que sepan las escuelas y editoriales, hay un titular del diseño, mi padre, y un titular de los derechos, que soy yo", ha declarado el hijo que busca el reconocimiento para su progenitor.
El arquitecto describe que el trabajo de Wyman —integrante del equipo de diseño en el primer semestre de 1967 (no hay un documento que precise estas fechas)— consistió en ser auxiliar. Asegura que algunos de los trabajos específicos que sí realizó el nacido en Newark fueron el desarrollo de las estampillas y las contraportadas de la programación de corte cultural.
Para precisar las funciones de Wyman, Ramírez Campuzano cita una carta del 7 de marzo de 2016, donde Héctor Ortega San Vicente, quien fue director Administrativo del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada, entre 1966 y 1970, especifica: "Al señor Wyman se le contrató como persona física, al igual que algunos otros, para desempeñar trabajos auxiliares en el Departamento de Publicaciones del Comité Organizador". Más adelante, Ortega comenta que "Wyman no trataba directamente con tu señor padre, que además no hablaba inglés y Wyman, por su parte, escasamente hablaba español".
Además de los documentos citados, Rodríguez Campuzano resalta que el trabajo de su padre se enfocó en consolidar una serie de referentes culturales y que el uso de esas señas características está presente en otros de sus proyectos, como el Museo Nacional de Antropología.
"Cuando le dice a Terrazas: 'puedes ponerles paralelas', le hablaron a Pedro Diego, artesano huichol para hacer las tablas huicholas y sustentar que eso está basado en las constantes culturales mexicanas", explica Ramírez Campuzano.
A la pregunta de por qué su padre no defendió la propiedad del logotipo, Ramírez Campuzano responde: "Pedro Ramírez Vázquez acaba una chamba y le daba la vuelta a todo; luego de los Olímpicos fue coordinador de obras en el Estado de México, fundó una universidad (la UAM), fue secretario de Estado. Él, Terrazas y Beatriz no se imaginaron la trascendencia que iba a tener esto".
INVESTIGACIÓN
El Universal buscó a Wyman, pero no recibió su respuesta. En 2014, en el MUAC, el estadounidense hizo un par de comentarios sobre el asunto; dijo que lo importante fue el equipo de trabajo y que actualmente esa imagen se recuerde en todo el mundo.
Acerca de si emprenderá una demanda penal, Ramírez Campuzano dice: "Sí lo contemplo porque ya tengo la titularidad de los derechos con base en que he demostrado ante el Indautor la autoría legal de los diseños, cosa que esta persona nunca ha demostrado; me ha detenido sólo la consideración de poder afectar a una persona de 80 años exhibiéndolo en el ocaso de su vida, ya que no he mencionado absolutamente nada que no haya demostrado y comprobado con documentos y constancias que tengo en mi poder. De cualquier manera he escrito a diversas instituciones mostrando los documentos que soportan lo que menciono. A casi 50 años de los Juegos Olímpicos es importante que se conozca la realidad".
En la página de Lance Wyman, en la descripción del diseñador se lee que su trabajo para las Olimpiadas de México 1968 es un diseño de marca ampliamente celebrado.
El oriundo de Nueva Jersey hizo logos para empresas como Peñoles y despachos como Legorreta Arquitectos (hoy Legorreta+Legorreta).
