Foto: Timeout Tokio
El desafío de la arquitectura es hacer espacios para el uso de la gente, no edificios, afirma Yoshi Tsukamoto. Defiende la importancia de pensar los proyectos desde lo físico, sí, pero son perder de vista los comportamientos de la gente y los usos que dará a los lugares.
Nacido en Kanagawa, Japón, Yoshiharu Tsukamoto se graduó del Instituto Tecnológico de Tokio en 1987. Allí hizo su posgrado y luego fue invitado a ser profesor asociado.
Su formación incluyó un año de estudios en L´ecole d´architecture, en París. En su exitosa trayectoria ha sido profesor invitado en la UCLA estadounidense, en el Instituto de Arquitectura de Barcelona y en la Escuela de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas Artes.
A principios de los noventa fundó juntó a su esposa, Momoyo Kaijima, un estudio que se ha convertido en referente no sólo por los proyectos ejecutados sino por el cuerpo teórico desarrollado para explicar su concepción del oficio: el Atelier Bow-Wow (ABW).
OBRAS
Kaijima y Tsukamoto han reunido los párrafos sobre su profesión en 11 libros. Conocer sus ilustrados textos es darle otra dimensión al producto que se alza sobre el terreno. Los puntales de ABW hablan de ciertos sectores de una ciudad como una seguidilla de edificios anónimos relacionados, aunque sea fácil extraviar los nexos, con elementos urbanos como el tráfico, la producción, los servicios, las viviendas y demás.
La percepción del japonés es que las construcciones no están limitadas por la voluntad de los arquitectos ya que no les preocupan cuestiones de escala, valor cultural o historia. Las estructuras obedecen a la necesidad de edificar bienes útiles y en su convivencia con el entorno y las personas pueden arrojar resultados inesperados, producto de las conexiones que se dan con otros aspectos de la vida social. En esos casos, el límite de un inmueble acaba diluido y aparecen funciones especiales.
Tsukamoto tiene ideas que obligan a replantear los rudimentos de la disciplina estética. Considera que las categorías de arquitectura, construcción, ingeniería civil y paisajismo empiezan a perder su significado, mientras que nuevos organismos han comenzado a figurar o incluso tienen tiempo entre nosotros.
Dice, por ejemplo, que la arquitectura no puede pensarse sin tener en cuenta los elementos no arquitectónicos. Por ese cauce su firma se interna en esferas que van más allá del diseño de planos, hacen investigación urbana, teoría de los espacios y piezas artísticas.
El despacho ha diseñado y dirigido obras públicas y privadas principalmente en Tokio. Hay muestras de su trabajo en Europa y Estados Unidos.
Las reflexiones de sus fundadores han conducido al ABW hacia la adopción de posturas experimentales como el concepto de 'micro espacio público', cuya justificación se encuentra en dos documentos: Made in Tokyo y Pet architecture.
Los resultados del científico afán han sido mostrados en eventos como las bienales de Sao Paulo, Venecia, Estambul y Liverpool.
FUNDAMENTO
Al referirse a los micro espacios, el japonés expone que la calidad de los sitios públicos limita la participación de la sociedad.
En un centro comercial, explica, hay mucha gente reuniéndose y hablando, parece un centro de convivencia pero en él no hay sino clientes, invitados que no tienen ninguna responsabilidad en el mantenimiento del lugar.
Del otro lado de la moneda, la propiedad comunal, la gente no forma parte activa del desarrollo de infraestructuras para el encuentro y el esparcimiento, es tratada como una clientela. Eso provoca que muchos zonas, a pesar de la etiqueta, no sean para todos. La sociedad democrática otorga a la ciudadanía la opción de votar y elegir a tus autoridades, pero le niega todo poder de decisión sobre la infraestructura de uso comunitario.
La postura de Yoshi se fundamenta en la tesis de Henri Lefebvre sobre la producción del espacio.
Lefebvre indicó que cada sociedad (cada modo de producción) produce su propio espacio, para ello se vale de una secuencia compleja en la que se entremezclan cuestiones relacionadas con las prácticas que de manera objetiva se dan en un área determinada, las representaciones simbólicas producidas en torno a él o el imaginario social que genera. Otro aporte del filósofo fue el de las interrelaciones existentes entre tres tipos de espacio: el percibido, el concebido y el vivido.
El artista asiático asegura que aplicaba esos razonamientos incluso antes de que le fueran presentados los textos del sociólogo francés.
El método de Atelier Bow-Wow incluye socializar los planes a ejecutar, que las personas intervengan sin cortapisas en la definición de la infraestructura pública que quieren ver concretada.
Otra influencia importante en el devenir profesional de Yoshiharu es la 'behaviorology' (conductología), una metodología para el análisis del comportamiento y de la naturaleza humanos.
Parque Miyashita. Foto: Wikipedia/Rs1421
SÍNTESIS
Una obra que sintetiza de buena manera los planteamientos de Tsukamoto es el parque Miyashita, construido en el techo de un estacionamiento e inaugurado por primera vez en 1964. Las décadas fueron opacando su brillo y llegó a convertirse en el hogar de cientos de personas pobres.
Atelier Bow-Wow fue la firma responsable de cambiar ese paisaje. Los recursos salieron de una alianza público-privada entre el gobierno local del distrito de Shibuya y Nike Japón. Los detractores de la intervención comenzaron a llamarlo parque Nike.
La oposición de los indigentes que vivían ahí, artistas y varios sectores de la sociedad, derivó en una larga discusión acerca de las tareas a realizar.
El parque fue reinaugurado en 2011 y un comentario recurrente fue que el Miyashita quedó irreconocible. Una diferencia abundante es la amplia oferta de instalaciones deportivas (desde pistas para patinadores hasta muros para escalar).
El estudio de Tsukamoto ofreció preservar algunos elementos del viejo sitio. Con eso en mente, las mesas al aire libre se armaron con el concreto de los muros que había antes de la renovación.
CONSOLIDADOS
En entrevistas para medios especializados, el japonés deja constancia del placer que le produce su profesión; en verdad le gusta, dice, observar a los edificios emerger del suelo.
Siempre trata, comenta, de trabajar cerca de los clientes. El objetivo es comprender las motivaciones que los llevan a construir una casa en un momento y lugar determinados; animarlos a ser ellos mismos a la hora de tomar decisiones sobre las construcciones en que harán sus vidas.
La 'conductología' de Tsukamoto no se limita al trato con las personas, la experiencia teórica se mezcla con la práctica laboral. ABW intenta desarrollar un plan acorde con los rasgos de la casa: la dirección de los cuartos, el menaje y las ventanas, explica, siempre implican ciertos comportamientos.
Otra célebre muestra del portafolios de Atelier Bow-Wow es el Canal Swimmer´s Club instalado en Brujas, Bélgica. Se trata de una estructura flotante hecha con acero galvanizado que puede ser rápidamente armada o retirada. El estudio definió a la obra como una apropiación temporal del espacio público de la ciudad belga. También se refirió a ella como una arquitectura hecha de las relaciones entre diversos comportamientos que ya existen en la urbe. En su visita a dicho destino con motivo de la Trienal de Arte y Arquitectura Contemporáneos 2015, Tsukamoto no dudó en zambullirse en las aguas limpias del canal intervenido.
La consolidación mundial de la oficina liderada por Yoshi no significa que se haya olvidado de la isla en que nació, después de todo, las lecturas y reflexiones hechas a partir del modelo urbano de su país forman parte importante del prestigio ganado a nivel internacional y han funcionado como estímulo para la ejecución de indagaciones similares en otros puntos del globo.
