Columnas Social

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

Menos vejez y locura

Efectivamente, el tiempo todo lo cura, aunque la verdad es que no todo, porque el refrán termina diciendo: "menos vejez y locura". O sea, que entonces no es "todo todo", pero de cualquier forma, el refrán nos deja una enseñanza interesante, que hay cosas que ni el tiempo puede borrar.

Esto lo menciono porque es una sentencia, un refrán, una máxima - como le quiera usted llamar - que a cada rato me encuentro por ahí y me deja pensando como le pasa a uno normalmente cuando se encuentra algo que se relaciona con la vejez y resulta que ya ha "derribado" la barrera de los 70 años (o la barrera te derribó a ti, que sería lo "pior").

Un divertido pasatiempo es hojear un libro de refranes, sentencias, máximas "u lo que sea", porque éstas tienen algo de filosofía, pero además generalmente son folclóricas y ocurrentes.

La gente de campo tiene un "montón" de frases de ésas que son como consejos puestos al aire, pero que generalmente encierran grandes verdades y están apoyadas por las experiencias vividas por la gente grande.

Si dicen que "tras diciembre nebuloso, viene enero polvoroso", te están dando consejos para que planees tu trabajo de campo, tomando en cuenta que si en diciembre predominó el tiempo nublado, debes tener cuidado porque eso quiere decir que en enero va a haber fuertes vientos, por eso va a ser polvoroso.

Me encontré otra frase por el estilo que dice que "no hay placer que no enfade y más si cuesta de balde", y me llama la atención porque es muy cierto que, por más placer que cause una cosa, termina por fastidiarnos, más aún cuando no nos costó, porque a las cosas gratuitas no les tomamos aprecio.

"Mal me quieren mis comadres porque les digo sus verdades. Bien me quieren mis vecinas porque les digo las mentiras…". Este es un refrán convenenciero porque sentencia que, aquellos a quienes les digo verdades, se enojan, se molestan y se alejan de mí. Mejor digo mentiras porque a los que halago, a aquellos a quienes les hago comentarios favorables, aunque no les hable con sinceridad, a esos sí les caigo bien.

"Los placeres son por onzas y los males por arrobas". Pues sí, generalmente los placeres llegan con cuentagotas y las desgracias por montones.

"Más vale vergüenza en cara que dolor en corazón". Prefiero decir la verdad aunque me cause vergüenza que quedarme con aquello que me duele internamente.

"Puede un hombre guardarse de un ladrón, más de un mentiroso, non". El delincuente se deja ver como tal y te cuidas, te previenes. En cambio, la gente falsa, la que aparentemente te quiere y te aprecia, te "atrapa" desprevenido para hacerte una maldad.

Muchas más frases encuentro hojeando un refranero, y mientras me entretengo leyéndolas, puedo obtener valiosas reflexiones.

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: [email protected].

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Jesús Octavio Hernández Moreno: Comparando los verbos amar y pensar, veo que la frase "no te dejo de amar" suena bien, pero "no te dejo de pensar" no se oye bien. ¿Es correcto decir así, "no te dejo de pensar"?

RESPUESTA:

La frase "no te dejo de pensar" sí es gramaticalmente correcta, pero pocas veces la usamos y por eso nos suena extraña.

Me voy dejándole esta pregunta infantil: Mamá, si Dios nos da de comer, si la cigüeña trae a los niños de París y Santa Claus nos trae los regalos, ¿entonces para qué sirve mi papá? ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1354283

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx