"El Hijo del Ahuizote" periódico combativo al porfiriato, publicó una caricatura en la que se ve a Porfirio Díaz joven y fuerte sobre una escalera en la elección de 1884; en los peldaños descendentes aparecen las otras elecciones de él: 1888, 1892, 1896, 1900, 1904 y a punto de llegar al último escalón, a un Díaz, viejo, decrépito y en muletas, a punto de precipitarse sobre el astillado y fracturado escalón de 1910, quedando bajo él un negro abismo.
El sistema porfirista que había triunfado en 6 elecciones de manera contundente, llegó a 1910 totalmente desgastado y agotado, el viejo dictador había tenido que lidiar con problemas graves dentro de su Círculo Nacional Porfirista; la designación del vicepresidente Ramón Corral había generado una ruptura en el partido científico; Bernardo Reyes conformó el Partido Democrático como una forma de rebelión ante tal decisión. Al mismo tiempo surgiría un partido de concepciones modernas, el Anti-releccionista, producto de pensadores honesto, candidateando a Francisco I Madero; quien se había hecho popular al escribir su libro "La Sucesión Presidencial de 1910". El régimen porfirista ya no daba para más; apenas había durado 30 años.
Coahuila fue la cuna de la democracia hace 117 años, fue la punta de lanza; el parteaguas de un nuevo compromiso con el pueblo. Hoy le quedamos a deber a la historia gracias a las corruptas autoridades estatales, gubernativas y electorales, por el obituario a la voluntad popular del 4 de junio de 2017. Pero podemos agradecerles el habernos abierto los ojos para alcanzar, por nosotros mismos, la gloria de una sociedad basada en la honestidad, partiendo de la mísera corrupción oficial y de los latrocinios en los comicios por "pederastas de la democracia".
El hecho de que en Coahuila el PRI haya perdido 50,000 votos de la elección pasada a la actual, es ya en si prueba de su decadencia; además existen multitud de reclamos entre sus cabecillas comunales y de la propia élite por las decisiones cupulares que sacrificaron a muchos priistas de corazón; porque la gente humilde que votó por el PRI está reclamando que no le cumplieron los regalos y dinero que le ofrecieron, significa que, aunque todavía con cierto poder, su estructura clientelar se está agotando. Es probable que para el 2018 ya no les alcance, peor aún, en el supuesto sumamente difícil de que los reclamos de nulidad de elección funcionaran, ya la fisura se apreciaría con más precisión. 1988 aún está latente y otro desgajamiento no la soportará el viejo dinosaurio, ahora con sus cachorros nuevos encarcelados por corrupción y su líder supremo en el más bajo nivel de la popularidad de un presidente en la historia nacional.
Lo cierto es que este sistema hoy agotado, casi muerto, nos demuestra que el PRI, con su maquinaria clientelar, podría haber llevado a cualquier candidato al triunfo; el actual y supuesto gobernador electo le causó más daño y desprestigio que algún otro, pero la infinidad de corruptelas utilizadas en el proceso le permitió que el desprestigiado IEC le concediera la constancia, y él, con absoluto descaro y cinismo, aseveró que todos esos trinquetes utilizados en los comicios "pasan en cualquier proceso electoral".
Es triste, pero debemos aseverar que existe prostitución en la ciudadanización del órgano electoral por una burocratización insana. Es increíble la defensa perruna de un sistema imperfecto en lo local a costa de la propia honorabilidad del INE; lo que provoca un marcado descenso en su credibilidad. Un Consejo General del INE que actúa como defensor del fraude y no de la democracia. Las declaraciones del presidente defendiéndose a base de falacias, como la de que el conteo era muy difícil por las opciones de votación entre las diferentes coaliciones, lo que se le demostró finalmente que no habían existido, o después de haber agredido con saña a los detractores el PREP, ahora opina que éste falló en Coahuila; negando valor a los justos reclamos de los ciudadanos de Coahuila y del Estado de México alegando con dolosas argucias que en 2016, en los estados donde hubo alternancia, no existieron problemas. Una vez más, Dr. Córdova, que parte del problema usted no quiere, no le interesa entender y busca hacer creer otra visión: "No se está defendiendo el triunfo de un partido, se está exigiendo que se cumpla la voluntad popular, que se respeten las normas electorales que Usted protesto defender y cumplir; que exista democracia y se acabe la dictadura de castas familiares en ambos estados que ya llevan largo tiempo destruyéndolos".
El árbitro local tiene que estar dándose "baños de pureza" continua y constantemente porque sabe que falló lastimosa y deshonestamente; en cualquier otro país no se le suspendería; se le fincarían responsabilidades y sus titulares irían a prisión; los escándalos se multiplican, algunos podrían ser intrascendentes; una funcionaria del municipio sorprendida con paquetes electorales a las dos de la mañana y luego queriéndose pasar por víctima de género, o como que el papá de la presidente del IEC es un alto directivo del gobierno de Coahuila: pero cuando las sospechas rebasan la tasa de credibilidad, llegamos a una certeza razonable sobre culpabilidad.
Por otro lado, si el árbitro local nació muerto, el juzgador local esta exhausto; nadie creerá la resolución que dé; es un monigote costoso e ineficiente, por sí mismo y por su nula juridicidad; su resolución, la que sea, será impugnada al tribunal federal. Entonces ¿Para que existe? ¿Sólo para gastar el dinero del pueblo?
Solución: una ciudadanía que ejerza la voluntad popular sin tener que poseer el poder político. Candidatos incuestionables con alto valor cívico que puedan atraer a la ciudadanía, independientemente del partido que los postula.
