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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

Más vale ser cabeza de ratón

Traer a alguien "de la cola" es como decir que lo traes "arrastrando la cobija", o sea, en grandes apuros o en una situación poco agradable. La cola originalmente es el rabo de los mamíferos o el conjunto de plumas fuertes que tienen las aves en la rabadilla, es decir, en la punta del espinazo, pero hay muchas "colas" que intervienen en nuestra vida cotidiana, desde "la cola" que hacemos en el banco para cambiar un cheque hasta la que nos desespera cuando tenemos que ir a pagar los impuestos o a hacer algún otro trámite en una ventanilla oficial.

La verdad es que con el acelere de la vida moderna, uno se pasa buena parte de esa vida "haciendo cola", es decir, haciendo largas filas hasta para entrar al cine, a un estadio y a otros centros de diversión. Cola es también la que corta el torero, después de que el juez de plaza ya "le concedió" las dos orejas porque hizo una gran faena matando alevosamente a un toro en una corrida y el público sigue aplaudiendo porque considera que merece más… Entonces, se dice que aquel "diestro" cortó orejas y rabo, lo cual significa que tuvo una tarde triunfal.

Luego, está también la cola de los refrescos de cola que ahora resulta que casi ni cola tienen. A ver, a ver, explíquese, me dirá usted. Sí, bueno, la cola de los refrescos de cola se refiere supuestamente a un árbol, o debo decir, a la semilla de un árbol que, por contener algunas sustancias estimulantes, se usa en medicina para regular ciertos procesos digestivos. De ahí nació la idea de los refrescos de cola, aunque ahora ya lo que menos tienen es cola… ahora sus ingredientes principales son vainilla, canela, aceites cítricos y otros que son los que le dan su sabor característico.

En México, la expresión "dar la cola" puede interpretarse como un albur muy vulgar, pero en algunos países como Venezuela, "dar la colita" es lo que nosotros conocemos como dar un "raid", es decir, llevar en nuestro vehículo a alguien que va por el mismo rumbo, para acercarlo a su destino.

Decir algo "con cola" es darle a lo que se está diciendo una segunda intención, y la "cola de pato" es la del traje de etiqueta que alquila el señor para verse muy elegante en la boda de su hija.

No podemos olvidarnos de otra cola: la pasta traslúcida que se elabora cociendo retazos de pieles y otros restos orgánicos y que se usa - o se usaba - como pegamento, principalmente en carpintería.

También, tenemos la terminación " _cola" que significa "que cultiva o cría" o "que habita en", como es el caso del terrícola que habita en el planeta Tierra o del cavernícola que vivía en cuevas. Está la colilla del cigarro y la colitis, que es el malestar que se da cuando se inflama el colon, que viene siendo una parte del intestino grueso y a la que no le ponemos acento en la segunda O porque entonces ya nos estaríamos refiriendo a Don Cristóbal, el que descubrió América, aunque ciertamente "no lo hizo adrede".

El tema me hace recordar algunos dichos y refranes, como "el que pica con la cola", según proclama el gritón de la lotería refiriéndose al alacrán, y los proverbios en los que se involucra al elemento de referencia, como aquel que dice que "más vale ser cabeza de ratón que cola de león", o el otro que se "lava las manos" en un asunto turbio declarando "yo no tengo cola que me pisen", y el que sale "con la cola entre las patas", cuando resulta avergonzdo o humillado en algún asunto que "lo pone en evidencia".

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: [email protected].

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

En un artículo pasado, le preguntan que si es correcto escribir ERRAN, y su respuesta fue que era correcto. Le mando una copia del apéndice del diccionario de La Real Academia Española, en la que se conjuga el verbo errar y no aparece ERRAN. Ing. Fermín Iracheta.

RESPUESTA:

Gracias por sus observaciones. Sin embargo, si usted consulta el Diccionario de la Real Academia Española en línea, que es el que está al día, encontrará que en la conjugación del verbo errar aparecen las dos opciones: se puede decir "ellos yerran" o "ellos erran".

Reflexión pensativa para terminar: El Pensador de Rodin es un ajedrecista al que le quitaron la mesa. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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